Viviana Tozzi Buenos Aires Argentina. Telefono 5401142181711.whatsApp+5491131664298- Viviana Tozzi Buenos Aires Argentina. Telefono 5401142181711. whatsApp+5491131664298-
sábado, 14 de abril de 2018
La relación GÉMINIS- VIRGO
GÉMINIS
Aire - Mutable - Positivo
Regido por Mercurio
Símbolo: ¡os Gemelos
Fuerzas diurnas - Masculino
VIRGO
Tierra - Mutable - Negativo
Regido por Mercurio (también por el
planeta Vulcano)
Símbolo: la Virgen
Fuerzas nocturnas - Femenino
La relación GÉMINIS- VIRGO
Partimos como los seres más insensibles del mundo, que es lo que son los niños, pero muy
atractivos... disfrutamos con el mayor egoísmo; y entonces, cuando necesitamos atenciones
especiales volvemos a buscarlas notablemente, confiando en el hecho de que nos abrazarán en
lugar de zurrarnos.
Es posible, en verdad, que los traviesos Gemelos Géminis les parezcan, a los Virgos más cuerdos y serios,
unos crios insensibles. Siempre andan corriendo en pos de telarañas y espejismos, brincando como
saltamontes, y tienen accesos de locura' de verano y tratan de estar en dos lugares a la vez. Desde el punto de
vista del típico Virgo realista, es obvio que los bruscos cambios de sentimientos y de ideas que sufre el
Géminis son un defecto que hay que corregir inmediatamente.
La perfección no es una cualidad que a los Géminis les guste cultivar. Valoran, quizás incluso
admiran — y ciertamente necesitan — las actitudes más estables de Virgo, y a menudo los tranquiliza
descubrir que el pariente, amigo, socio, amante o consorte Virgo sigue allí, en el mismo lugar donde Géminis
lo dejó cuando voló por unas pocas horas (o semanas, o meses, o años) para indagar qué sucedía allende la
montaña. Pero si los regaña cuando regresan, sencillamente volverán a largarse. A los niños no les gusta que
los regañen. Y todos los Géminis son esencialmente niños de alma. Los Virgo, en cambio, no.
Los Virgo se sienten muy responsables por los deberes vitales y tienen una conciencia madura de la
fiabilidad. Se ciñen a esta esencia de su signo solar, o en caso contrario se sienten culpables y esto les produce
urticaria, úlceras, o hipo. A la inversa, Géminis rara vez se siente culpable de algo. O por lo menos no lo
demuestra.
En el caso de Virgo, todo está a la vista. Sobre todo las preocupaciones secretas, acuciantes. Como Virgo
rige las visceras, los intestinos y el plexo solar, estas preocupaciones acuciantes, que al principio se traducen
en un ceño ligeramente fruncido, y después en los labios apretados, pueden producir verdaderas infecciones o
alteraciones en aquellas áreas. Cuanto más secretas sean las desazones, tanto más fácil será que se manifiesten
mediante náuseas, indigestiones o estreñimiento. Estas personas deberían desahogarlas más a menudo, hablar
de ellas, expresarse, decir lo que piensan (pero no demasiado a menudo, porque entonces no serian fieles a su
signo solar).
Géminis es un experto en sacarlo todo a la luz, excepto cuando se trata de infortunados Géminis con un
ascendente o Luna en Virgo. A éstos les encantaría conversar alegremente y esparcir ideas, y sin embargo, se
encierran en un silencio desasosegado, mientras se miran los dedos y cuentan las líneas de las palmas de sus
manos que cruzan con ademán nervioso. El conflicto puede ser muy serio. La mayoría de los Géminis,
empero, podrían enseñar productivamente a los Virgo la manera de sobresalir en la charla gregaria, en la
55
garrulería jocosa y en la sintaxis coruscante. Es indiscutible que Virgo sabe deletrear todas estas palabras,
pero ponerlas en acción es otra cosa.
El intelecto de Virgo está tan aguzado como el de Géminis (gracias a Mercurio, que gusta atribuirse el
gobierno de estos dos signos, con su casco de plata y sus talones alados), pero es menos vacilante y versátil
(gracias a la influencia oculta del verdadero regente de Virgo, el tronante Vulcano que aún no ha sido visto).
Los Géminis ejecutan rápidos malabarismos con los pensamientos y generan ideas, que a menudo parecen
brotar del aire, su elemento natural, pero Virgo casi nunca es malabarista ni creativo. Los Vírgenes están
demasiado ocupados discriminando y distinguiendo y separando los hechos de las fantasías, muchas veces
con lo que podría parecer una precisión excesiva. El explorador-experimentador Géminis busca el espíritu de
la ley. El purista-estadístico Virgo se ciñe a la letra de la ley.
A la mayoría de los Virgo les resulta difícil entender el concepto de «dólar», porque abarca una cantidad
fascinante de centavos. Se distraen contando todas las monedas, con la convicción de que si controlas los
cobres refulgentes, los billetes verdes se acumularán por sí solos, sin ayuda. Géminis piensa en gran escala, en
términos más vastos, y normalmente arroja los centavos sueltos a los pozos de los deseos, sin contarlos.
¿Lanzar una moneda intachable a las aguas turbias en aras de una superstición estúpida? Otra vez aparece la
arruga en el ceño de Virgo, ¿la veis? Empieza a fruncir la frente sobre esos ojos claros, hermosos.
Ahora que entendéis algunas de las diferencias obvias entre estos dos signos solares, podéis imaginar el
torbellino que debe de bullir en el pecho de un Virgo con un ascendente o Luna Géminis, o de un Géminis en
la siñiación inversa. Tener que enfrentar semejante variante metodológica con un compañero extraño es
suficientemente lacerante, sin necesidad de tener que enfrentarla todas las mañanas en el espejo, agazapada en
su propio carácter y personalidad. Enviadles muchas tarjetas de solidaridad. Algunos, como he dicho en otra
parte, se convierten en despertadores humanos; otros se sientan sobre un balancín de indecisión, incómodos
cuando hablan y dos veces más incómodos cuando están callados.
Sobre la asociación Géminis-Virgo influye una configuración de signos solares 4-10, así que su relación
mutua nunca descansará sobre la frivolidad pura y el escapismo. La seriedad y el respeto (o la falta de éste) se
entrelazarán con los eslabones que unen a éstos dos, y a ambos les resultará difícil comprender cabalmente los
verdaderos objetivos y la filosofía básica de la otra parte. Esto no se debe interpretar en el sentido de que no
pueden generar juntos una cálida armonía. Sólo se trata de que habrá que alimentar pródigamente las
chimeneas y los hogares con el carbón de la comprensión y la tolerancia mutuas. Sin embargo, al fin se
pueden lograr, con un poco de esfuerzo, la paz y la compatibilidad, porque a menudo existe, oculto bajo las
desavenencias superficiales de estos dos, un sutil intercambio de lealtad y afecto.
Hay que admitir que el hombre o la mujer Virgo promedio no se dedica a provocar conflictos, y
generalmente tampoco se apresura a reaccionar cuando éstos se producen, a diferencia de los Géminis, que
siempre montan una tempestad con un solo soplo de aire turbulento, y que frecuentemente arremeten como
huracanes ante lo que interpretan como el continuo hostigamiento crítico de Virgo. Por supuesto, para
Géminis una reyerta no es realmente una reyerta, sino sólo un duelo intelectual. Para el signo de Tierra Virgo
las controversias son más profundas, y las ofensas son más perdurables. La amistad y las otras relaciones
entre estos dos pueden ser estables, y en unos pocos casos íntimas, pero lo que normalmente los hace confluir
en primer lugar es una comunidad de intereses en el plano profesional o intelectual, o en la órbita de la
familia o los deberes, como en el caso de todas las personas influidas por la vibración 4-10.
La mayoría de los Virgo parecen humildes y modestos, y casi nunca se muestran excesivamente
pundonorosos y orgullosos, pero convendrá que el Géminis refrene su lengua cáustica en los momentos
cruciales, porque habitualmente los Virgo son muy sensibles cuando alguien ofende su escaso pundonor y
orgullo. Los signos más agresivos no entienden en absoluto al Virgo; pero al Géminis que encuentra
demasiado extenuante al Aries, demasiado arrogante al Leo y demasiado altanero al Escoipión, puede
resultarle relajante la compañía del Virgo habitualmente dulce y cortés. Además, el Géminis puede
experimentar una sensación de alivio en razón de que con el Virgo no es necesario competir como con otros
signos solares.
Los Virgo exhiben una humildad conmovedora y atractiva, una modestia personal que despierta poca
envidia o resentimiento. Pero igualmente a los pájaros de Mercurio se les pueden erizar un poco las plumas
cuando se enteran de que, si bien Virgo nunca estará en condiciones de correr tan velozmente como Géminis
y rara vez podrá arrebatarle un Gran Premio a los Gemelos, a veces se las apaña para quedarse con el puesto
más codiciado sin siquiera insinuar que lo ambiciona y, por supuesto, sin disputárselo a nadie. A menudo los
jefes de partido eligen como candidatos de transacción, dentro de las trastiendas políticas sañiradas de humo,
y en la órbita municipal, estatal o nacional, a los individuos con signos solares, ascendentes o signos lunares
Virgo, lo cual fastidia considerablemente a los signos solares más extrovertidos, que han estado seduciendo
plácidamente a los votantes en la primera fila, confiados en la victoria, mientras que el Virgo sale de la
56
retaguardia: un advenedizo que triunfa súbita e inesperadamente sobre los caballos preferidos de la pista. Por
ejemplo, Lyndon Johnson era un Virgo, que el sagaz y astuto Géminis John Kennedy eligió
premeditadamente .
En cualquier disputa entre Géminis y Virgo, aquél casi siempre ganará el primer round, porque arremete con
más rapidez y es más veloz para las réplicas. Pero ganar una batalla no implica ganar la guerra. No implica
ganar nada cuando se trata de los Virgo, pues éstos saben que lo que parece ser un aserto absolutamente veraz
puede estar igualmente sobrecargado de errores y de insinuaciones equívocas. El mayor talento de los
Gemelos Géminis consiste en una fascinante capacidad para torcer la verdad y la mentira de modo tal que se
entrelazan y se confunden. Esta táctica engaña a casi todos menos a un Virgo. Un vendedor Géminis de
Volkswagens que enumera demasiados datos con excesiva rapidez puede ahuyentar realmente a un cliente
potencial Virgo. No encontraréis a muchos Virgo jugando a los bolos ni montando en las norias gigantes y
tiovivos de los parques de atracciones, en los cuales a los Géminis les encanta girar. Tampoco son muy
aficionados a los copos de azúcar mercuriales. Pura azúcar y aire, sin ningún valor nutritivo.
Géminis tiene una cautivante cualidad mágica que atrae y excita a los Vírgenes más tímidos, y este
elemento puede generar el misterio suficiente para que la relación sea permanentemente seductora. El
problema consiste en que los. Virgo no quedan satisfechos hasta que descubren con exactitud cómo se ejecuta
el truco mágico, y la clave de la existencia de Géminis consiste en probar algo a partir de la nada, en extraer la
realidad de la ilusión pura.
Para el Virgo de mentalidad práctica, la realidad nunca puede ser ilusión, y a la ilusión tampoco se la
puede denominar nunca realidad. Este no es más que otro juego de palabras geminiano. Generalmente los
pájaros de Mercurio han revoloteado por una docena de ocupaciones antes de cumplir treinta años, en tanto
que los Virgo a menudo se ofuscan cuando les piden que introduzcan aunque sólo sea una pequeña
modificación en su rutina burocrática. En cuanto al cambio de empleo, esto es algo que los Virgo normal-
mente encaran con la misma circunspección con que se elige al Presidente de los Estados Unidos. En verdad,
con mucha más circunspección que la que se ha puesto de manifiesto en las elecciones de los últimos años.
No obstante sus diferencias y las tensiones engendradas por los tironeos con que sus soles en cuadratura
ponen a prueba sus almas mediante la difícil vibración 4-10, Géminis y Virgo comparten una encantadora
curiosidad, una inteligencia excepcional y cierto comportamiento cautivante y agraciado, que les permite
corretear unos cuantos miles de kilómetros, juntos y felices, por los maizales del cambiante país de Oz. Pero
si pretenden seguir unidos cuando lleguen a la presencia del Gran Mago (que, desde luego, es un Géminis), tal
vez deberán adaptarse y transigir de cuando en cuando.
Los magos Géminis, fascinados por toda clase de maravillas, deberán recordar que el Leñador de
Lata que marchaba por el sendero junto con Dorothy y sus amigos era un Virgo, un alma bondadosa y afable,
pero solitaria, que buscaba ansiosamente un corazón humano. Y fue el sagaz Mago Géminis el que descubrió
que Virgo siempre había tenido un corazón, sin darse cuenta de ello, oculto dentro de una envoltura de metal
frío, y sin embargo más grande que cualquiera de los otros. ¡Eso es magia!
57
Mujer GÉMINIS Hombre VIRGO
...su sistema era con un lápiz y una hoja de papel, y si ella lo confundía con sugerencias tenía que
volver a empezar por el principio.
— Ahora no me interrumpas — le suplicaba él.
El primer problema con que tropiezan este hombre y esta mujer reside en el contraste entre el carácter
gregario de ella y la tendencia de él a la reclusión. Si él es un hombre Virgo típico (excluyendo la
intervención de un signo lugar o ascendente más sociable), en realidad preferiría, en lo más hondo de su
inconsciente, vivir solo, sin necesidad de llevar constantemente una compañera adosada a él... aunque sea
inteligente, bonita, suave y estrujable. El hombre no puede pasarse la vida estrujando a su esposa. Debe pasar
algunas horas estrujando los planes para la seguridad futura, acomodándolos a los moldes apropiados.
Por consiguiente, es posible que cuando la chica Géminis reivindique periódicamente sus escapadas de
libertad, su amante o marido Virgo refunfuñe un poco, exteriormente, pero también es probable que por
dentro lance un suspiro de alivio. Ahora podrá disfrutar de un poco de paz y tranquilidad, para calcular
cuántos átomos componen una molécula y por qué la Bolsa subió o bajó la semana pasada, y para ajustar su
reloj despertador, para clasificar su ropa sucia, para contar los bigotes de su gato y para meditar sobre los
enigmas del Universo en general, sin ese parloteo constante y ese bullir de actividad. Es posible que ame
sinceramente a su chica Géminis, pero su corazón contiene gavetas ocultas que ella no está autorizada a
limpiar... ni a espiar, siquiera. Cuando ella lo deslumbra continuamente con su perfume, con su personalidad
estrujable, con su ingenio y su agilidad mental, él se confunde y pierde el rastro de las opiniones que ha
archivado en cada gaveta, e incluso del día y el año específicos en que las guardó allí. Y por tanto es posible
que no se interrogue sobre el paradero de la Géminis, porque está muy complacido de gozar de un período de
serena contemplación.
No por ello deja de haber algunos hombres Virgo que tienen accesos ocasionales y más o menos
violentos de celos. Hay unos pocos. Pero cuando se analiza la cuestión es un gran error resentirse por la
diversidad de la chica Géminis, y los Virgo son expertos en análisis. La necesidad que ella experimenta de
comunicarse con diferentes personas (y los hombres constituyen, al fin y al cabo, aproximadamente la mitad
del género humano) no se debe interpretar como una prueba de que es infiel o promiscua, a menos que exista
la certeza de que lo es. A veces lo es. Sin embargo, con sorprendente frecuencia, no lo es. Claro que puede
llegar a serlo si las críticas de Virgo, sus quisquillosidades y sus rezongos le hacen sentir que le están
recortando las alas. Si hay algo que una mujer Géminis no puede soportar, eso es que le recorten, le cercenen
o le plieguen las alas. Los pájaros deben volar. Enjaular un ave implica una crueldad insoportable contra los
designios de la Naturaleza.
Igualmente, a pesar de ser un hombre cuya actitud esencial y cuya esencia astrológica apuntan hacia la
soltería, el Virgo es capaz, cuando quiere, de acomodarse con inesperado buen talante a la rutina del
matrimonio o de la vida en común con la mujer que ama. Aunque es básicamente un solitario, y le disgusta
compartir todos sus pensamientos con una compañera, Virgo pertenece al elemento Tierra, y la Tierra
permanece donde fue colocada por la Naturaleza, a menos que un cataclismo o un tornado le arranque terro-
nes. ¿Pero acaso la Tierra tiene la culpa de ello? Allí estaba, ocupándose estrictamente de lo suyo...
Hasta aquí me he referido a su relación como si estuviera consolidada en el matrimonio, porque la mayoría de
los Virgo se sienten incómodos cuando conviven con una mujer sin la bendición eclesiástica. No todos. La
mayoría. Sin embargo, normalmente a los Géminis no les resulta difícil aprobar y defender el amor libre o el
matrimonio libre. Géminis es un fanático partidario de todo lo que incluya la palabra «libre». Por tanto, una
vez que ambos hayan experimentado el magnetismo químico que los incita a unirse, es posible que la primera
controversia gire en torno de si se casarán o no.
Dentro de los límites indispensables del amor o el matrimonio, así como en los de la relación con un socio
comercial, el hombre Virgo generalmente no trata de dominar. Tiende a ser impecablemente formal respecto
de su amorío o matrimonio, y a menos que tenga un horóscopo excepcionalmente «mal aspectado» en el
plano emocional, será un excelente compañero en lo que concierne a los pequeños bienestares y
convencionalismos: recordará puntual y diligentemente los cumpleaños y aniversarios, vaciará el recipiente de
58
excrementos del gato y cuidará que no se quede sin vitaminas. Por supuesto, la mayoría de las chicas Géminis
preferirían que sus cumpleaños y aniversarios se festejaran, como de costumbre, mediante el recuerdo
apasionado o sentimental, y no mediante tildes periódicos con lápiz rojo en una agenda. ¿Pero, quién es ella
para quejarse? Ciertamente las fechas no son su punto fuerte, y es posible que de cuando en cuando se
confunda y le envíe a él una tarjeta para desearle una pronta mejoría con motivo del cumpleaños de su madre,
o que le haga un regalo de aniversario de bodas en la fecha en que compraron la casa... y ya que hablamos de
casa, si la compran, él será quien sugerirá la idea en primer término, nueve veces de cada diez. En el décimo
caso, si es ella quien inicia la consulta con un agente de propiedades, verificad su signo lunar o ascendente.
Probablemente uno de los dos, o ambos, están en el elemento Tierra. A la chica Géminis típica le gustan
bastante las casas, pero prefiere los apartamentos, porque es posible cambiarlos periódicamente. Digamos
cada pocos meses. No hace falta aclarar que normalmente a los hombres Virgo no les parece viable ni práctico
este juego de mudanzas. Vale la pena recordar que el espíritu práctico — por defecto o por exceso — será la
auténtica causa subyacente de muchas de sus reyertas. Él lo tiene en exceso, para el gusto de ella, y a ella le
falta, para el gusto de él, si son, respectivamente, un Virgo típico y una Géminis típica.
En cuanto a su compatibilidad sexual, el Virgo puede ser, con toda su innata dulzura, cortesía, consideración y
puntualidad, un amante o marido imposible para una mujer temperamental. Por supuesto, no todas las
Géminis son temperamentales. O mejor dicho, es posible que una de las personalidades gemelas sea
emocionalmente temperamental, y que la otra sea despegada. Los hombres Virgo, veréis, no son
exageradamente emocionales. El Virgo medio tampoco es demasiado afectuoso. La leyenda afirma que
Narciso era un Virgo, perdidamente enamorado de su propia imagen. Yo creo, personalmente, que Narciso era
Leo, pero aparte de ello, es cierto que a los hombres Virgo se los acusa a menudo de ser fríos y egocéntricos.
(Leo puede ser egocéntrico, pero nunca frío.)
Si el secreto espiritual más profundo del sexo consiste en la entrega recíproca de la personalidad a la otra
parte, que culmina en una fusión de mentes, almas y cuerpos en una unidad perfecta (y en verdad lo es), el
Virgo típico aún no ha terminado de asimilar este misterio esotérico. A menos que se le inculque cuidadosa y
tiernamente, o a menos que haya tenido una temprana enamorada Escorpión, es posible que se le escape
durante muchos años, y quizá durante toda la vida. Él rehúye inconscientemente el concepto de entrega total,
tal como rehúye a la idea de usar un ungüento Vicks ajeno. Conozco a una mujer Géminis (esto no es una
fábula) que me contó una vez que su marido Virgo insistía en rotular los dos potes de ungüento Vicks que
había en el botiquín con las etiquetas ÉL y ELLA. A casi todos los Virgo los asustó en el seno materno un
germen maligno (y también a bastantes Acuario).
Este hombre no sólo recela de la entrega, sexual o de otro tipo, sino que tampoco se complace demasiado en
el paso inicial de la conquista... de modo que es posible que no se entusiasme él ni entusiasme a los demás.
Esto puede no caerle bien a una mujer Aries. Leo o Escorpión, pero podría ser la razón por la cual las
Gemelas se enamoran de él desde el primer momento. No todas las chicas Géminis, pero sí la mayoría, se
sienten más seguras, dentro o fuera del matrimonio, y se den cuenta o no de ello, cuando pueden jugar al amor
como si fuera una farsa. El amor de Géminis es volátil y ligero, delicadamente etéreo. Como el hombre Virgo
está magníficamente dotado para el arte de hacer el amor con ligereza, él puede triunfar con ella donde otros
han fracasado por negarse a participar en el juego de la simulación.
Por instinto, ella puede sentirse emocionalmente a salvo con este hombre, y ambos pueden
suministrarse recíprocamente una sensación de seguridad que constituye el cimiento para el posterior
desarrollo de una profunda pasión, que tal vez nunca habría florecido en ella con un hombre más serio en el
aspecto sexual, o con una mujer más apasionadamente exigente, hablando desde el punto de vista de él. Es
posible que a ella la desconcierten un poco algunos hábitos de él, como el de ducharse inmediatamente antes y
después de su contacto físico... pero a él también podría resultarle bastante deprimente y desalentador el
hecho de que ella tenga la cosñimbre de interrumpir el beso de las buenas noches, o los prolegómenos de un
abrazo de unión íntima, con la descripción de un sueño extraño que ñivo la semana anterior. Ninguno de los
dos quedará totalmente destruido, en el plano emocional. Si esto determinara el aplazamiento del beso o el
abrazo hasta la mañana siguiente.
Sí, tendrán pequeñas diferencias. La mayoría de las chicas Géminis se complacen en dormir hasta tarde y
están sujetas a ataques periódicos de insomnio. Los hombres Virgo también sufren de insomnio, cuando los
preocupa algo, cosa que sucede con frecuencia... pero este hombre preferirá que lo sorprendan luciendo
vaqueros con flores rojas y purpúreas antes que dejar que lo encuentren durmiendo hasta mediodía; y
aclaremos que estas dos opciones son pecados más o menos mortales para el Virgen. Si se trata de uno de los
59
Virgo que insisten en tener un hogar pulcro y en sentarse a la mesa puntualmente, no tardará en descubrir que
esta chica no ve la necesidad de alcanzar la perfección absoluta en estos dos contextos. Ciertamente es capaz
de comportarse como una anfitriona exquisita (aunque será raro que él invite a alguien a casa para que ella
demuestre sus dotes de anfitriona) y, cuando quiere, puede crear una deliciosa atmósfera hogareña. Pero es
dudoso que friegue los pisos con verdadero entusiasmo y pasión, y si fuma (¡rogad que no!) posiblemente
habrá más de un cenicero sucio en la casa. Esto no lo pondrá eufórico, porque para empezar la mayoría de los
Virgo detestan el cigarrillo, y aborrecen lisa y llanamente el olor desagradable de los ceniceros repletos.
Lo sorprendente, empero, es que las habituales irritaciones minúsculas de todos los días no generen
grandes reyertas entre ellos. El hombre Virgo no pide realmente mucho del amor ni del matrimonio, excepto
tal vez disponer de su propio pote de ungüento Vicks. Y lo mismo vale para ella. Por supuesto, él agradecerá
un poco de puntualidad en las comidas, y por lo menos una apariencia de lealtad. Pero, en general, la chica
Géminis es suficientemente adaptable como para poder acomodarse a estas condiciones que desesperarían a
otras mujeres, y él es suficientemente práctico como para no pretender que el amor y el matrimonio se
desarrollen en el cielo o en el infierno, sino en un lugar intermedio. A menos que existan serios antagonismos
planetarios entre sus respectivas cartas natales, probablemente estos dos no serán demasiado cargosos el uno
con el otro, cuando se los compara con otras combinaciones de signos solares.
Los rápidos cambios de personalidad y los múltiples estados de ánimo de ella podrían desconcertarlo y
fastidiarlo. Los taciturnos trances de introspección de él, durante los cuales se niega a comunicarse, podrían
desencadenar en ella muchas borrascas instantáneas, que normalmente se disiparán enseguida. Hay momentos
en que él la hará llorar de hastío, y en que ella lo ofuscará hasta indigestarlo, y también es posible que su vida
en común sea una larga partida adivinatoria de ajedrez verbal y de jai alai emocional. Sin embargo, es
igualmente posible que ella le suministre la excitación y el estímulo vital que este hombre tanto anhela y
necesita, y que él le proporcione la estabilidad de miras que ella busca, aunque sin saberlo.
Géminis es Aire, Virgo es Tierra, y estos dos elementos tienen poco en común. Pero se trata de una
configuración de signos solares 4- 1 0, y en consecuencia es posible que el respeto mutuo sea el imán que los
atrae el uno hacia el otro, en tanto que el deber o algún tipo de responsabilidad, familiar o profesional, los
mantiene unidos.
El hombre Virgo es más veraz, e incluso más honesto, básicamente, que los Arqueros. A su juicio, la
veracidad ahorra muchos contratiempos. Su abuela acostumbraba a canturrear: «Ay, qué telaraña más
embrollada tejemos cuando empezamos a mentir», y ya entonces él decidió que el embuste era un lastre
innecesario. No quiere enredarse por nada del mundo en ningún tipo de telaraña. Y menos aún tejida por él.
En consecuencia, el Virgo típico pondrá sobre la mesa la verdad descamada de cualquier situación, sin
subterfugios. Este no es el comportamiento ideal para ganar estima, pero uno de sus rasgos más admirables
consiste en que le importa poco ganar la estima de todos: sólo ambiciona la de unos pocos amigos íntimos. Si
éstos lo quieren, y si él puede servirles a su leal saber y entender, se da por satisfecho. No necesita ganar
competiciones de popularidad para sentirse conforme con el estado general de las cosas y para disfrutar de lo
mejor de la vida. En verdad, a menudo disfruta de mucho más que lo mejor de la vida — y del amor — cuando
lo tratan afable, dulcemente, y no lo envuelven en torbellinos de emoción que ahuyentan su simpatía
silenciosa y sus bellos modales y los hacen replegar en una caverna excavada por él mismo para eludir
conflictos. Sin embargo, cuando los conflictos no son emocionales, él seguirá adelante y raramente se apartará
del nimbo que considera justo.
El camino del Virgo casi nunca está sembrado de flores, y él tampoco se detiene en el trayecto para
cosechar ramilletes de halagos por sus servicios. Igualmente, su corazón se aligerará y su espíritu se iluminará
si deja que una chica Géminis dance junto a él y colme esos momentos de soledad con su risa maravillosa, y
con su arte para capturar la brisa entre las manos y para verter en su voz la melodía de un fresco arroyo del
bosque, aunque sólo esté diciendo: «Buenos días, cariño». La palabra «imposible» no existe para ella. Si algo
no se puede lograr de una manera, ella ideará otro sistema, mejor. A él, este talento le resultará
estupendamente útil. La chica Géminis es incorregible, irrefrenable... pero también irresistible. Con un
intercambio luminario armonioso entre sus horóscopos, tal vez podrán encontrar en sus respectivas sonrisas
un territorio familiar, y la aventura de explorarlo juntos será prodigiosa.
Pero las Géminis son gemelas, a veces incluso trillizas. Y al hombre Virgo ya le resulta bastante difícil
lidiar con una sola mujer. No nació con aptitudes para manejar un harén, o a una pareja con personalidad
múltiple. Para alcanzar la dicha junto a él, la chica Géminis deberá decidir primeramente cuál es su verdadera
personalidad, y después deberá pertenecerle eterna, indivisiblemente.
60
Hombre GÉMINIS Mujer VIRGO
... y entonces Wendy, a quien siempre la había gustado hacer las cosas correctamente, le
preguntó a Peter cuántos años tenía. En realidad no fue una pregunta afortunada, sino
algo parecido a un cuestionario de examen que te formula preguntas sobre gramática
cuando quieres que te interroguen sobre los Reyes de Inglaterra.
Ésta no es una relación amorosa que se rodeará inmediatamente de nubes de arco iris cortinas de flores,
porque los dos enfrentan la difícil prueba de la influencia de la configuración de signos solares 4-10, con sus
dificultades y sus ventajas, que pueden ser, las unas y las otras, considerables. Tienen que roturar un terreno
romántico escabroso. Esto no significa que no podrán cultivar coles juntos, pero sí que deberán escardar a
menudo su huerto de amor.
Tal vez empiecen por disputar si plantarán rosas u hortalizas. Obviamente, es más lógico optar por las
hortalizas. Ella es Virgo, así que la preocupan la posibilidad de una hambruna mundial, las termitas de la
buhardilla, la inflación._ y el botón que falta en la camisa de él.
Evidentemente las hortalizas son el remedio. No para la camisa ni las termitas, quizá, pero sí para la
inflación y el espectro de la hambruna. ¿Qué puedes hacer con una rosa, cuando el lobo llama a tu puerta?
Olería. Puedes olería. El hombre Géminis puede inhalar la fragancia de una rosa mientras se cierne la
pobreza, más o menos como Nerón tocaba la lira mientras ardía Roma. Por supuesto, toda esta divagación
sobre horticultura es simplemente simbólica, como la melomanía de Nerón entre las llamas. Pero por otro
lado todo es simbólico, académico o retórico para Géminis. Éste nació envuelto en charadas, berreando
metáforas y anagramas, y fajado con analogías. Además, con un teléfono en una mano y un telegrama en la
otra. A ratos él pensará que a ella la engendró una unión improbable entre una computadora y un estropajo.
Una computadora aut oprogramada. (¿Existe semejante artefacto? No importa, algún Virgo con ascendente
Acuario lo inventará, trabajando en colaboración con un Géminis.)
Con esto no quiero dar a entender que este hombre y esta mujer no se sentirán mutuamente fascinados,
sino que también se sentirán mutuamente frustrados. La mayoría de los hombres Géminis han olvidado su
fecha de nacimiento, inocente o deliberadamente, cuando llegan aproximadamente a los veintiún años en el
ilusorio calendario cronológico. Por el contrario, muchas chicas Virgo han grabado en su memoria la hora, el
minuto y el segundo exactos de su nacimiento, y además, piensan que la juventud eterna no sólo es imposible
sino que además sería aburrida. A él le parece al mismo tiempo posible y encantadora. Ya veis que los
relojes, los cronómetros y la teoría de la relatividad de Einstein pueden crear uno de los abismos que los
separan. Por supuesto, hay otros.
Es rara la mujer Virgo a la que le seduce la idea de arrojar una pluma al aire y enderezar en la dirección
que señala al caer. La Virgen típica no es aficionada a la rayuela geográfica. Cuando viaja, prefiere utilizar un
folleto de turismo, un agente de viajes, y el plan de descuentos familiares para el fin de semana. Las
compañías de aviación inventaron precisamente para las Virgo los vuelos supereconómicos (entre las dos y
las seis de la mañana), cuando todo el mundo duerme, porque esta mujer es sensible al ahorro. En cuanto a los
Gemelos, al hombre Géminis de la mujer Virgo le gustaría, secretamente, guiarse por la pluma, y en cuanto al
sistema de viaje, es a él a quien están dirigidos los carteles que dicen «desayune en Londres y almuerce en
Italia».
Apenas se enamoren, a menudo por curiosidad mutua, a ella la enñisiasmarán las posibilidades de la vida
informal y despreocupada que él avala tan seductoramente, mientras que él se sentirá halagado por la atención
arrobada, la mente alerta y los modales muy femeninos de ella. Pero después de un tiempo, es posible que ella
empiece a preguntarse si es prudente sincronizar su vida con la de un hombre que parece deambular
eternamente — ya sea en el plano físico, en el mental o el emocional — y cuyos pensamientos y acciones no
son más previsibles que el estado del tiempo. Es posible que más adelante Géminis intuya que la atención de
Virgo está hasta cierto punto excesivamente arrobada, que su mente está quizá tan alerta que no le permite
disfrutar a él de vez en cuando de la intimidad indispensable para entregarse a sus reflexiones abstractas. Es
posible que entonces se entable la controversia de las rosas y las hortalizas, simbólicamente. Todas las
reyertas entre enamorados se originan en cuestiones que por sí mismas carecen de importancia pero que han
sido elegidas porque simbolizan los problemas arraigados y reales que son la auténtica causa de su tensión
recíproca... una verdad subyacente que ninguno de los dos quiere enfrentar, por una razón cualquiera.
A pesar de su inteligencia analítica, tajante, la chica Virgo es ultrasensible y necesita estima. Es posible
61
que el hombre Géminis sea un poco incompetente en este contexto, porque el suyo es un signo de Aire.
Aunque los signos de Aire no son incomprensivos, irradian un cierto desapego y una frialdad altanera que
pueden dejar a un Signo de Tierra como Virgo con una sensación de vacío, de relativa frustración. Habrá
momentos en que él será verdaderamente incapaz de entender la profundidad y la fuerza de ella. Entonces él
intentará discutir y llegar a una transacción, a menudo sin conseguir llegar a la causa del problema. Aún así, la
destreza intelectual y la simpatía de él, combinadas, bastarán para apaciguarla temporalmente, hasta que ella
tenga tiempo de analizar los errores y defectos inherentes a la ágil argumentación de Géminis.
Si ella no lo toma demasiado en serio, su relación puede ser excitante desde el punto de vista intelectual,
estimulante desde el punto de vista emocional, y muy divertida. Pero Virgo lo toma todo en serio, y
ciertamente no hará una excepción con su amante o marido. Quizás él debería tomarla a ella más en serio. A
menudo las Virgo dan la impresión de haberse comprometido «hasta que la muerte nos separe», y después
traumatizan a su pareja con una demanda de divorcio tan diestra y rápida (y tan cruel) como la decapitación
de una flor. Casi todo lo que hace Virgo es diestro y rápido. En esto, los dos son muy parecidos. Ambos
pueden impacientarse con la rutina, y ninguno de los dos es desaliñado en el pensar ni en el vestir.
En lo sexual, ella necesita más demostraciones físicas de afecto que él, y él necesita más variación y poesía
que ella en el acto amoroso. No se trata de que Géminis pretenda que Virgo duerma con un ejemplar de las
poesías de Rossetti bajo el brazo, ni de que ella aspire a que él la conquiste como Valentino, pero es
indiscutible que existen diferencias sutiles en sus maneras de abordar la alquimia física del amor. La chica
Virgo no desea necesariamente que el hombre que ama la trate como si fuera Virgen. Es cierto que la
sexualidad de ella, en conjunto, no es dramáticamente fogosa ni excesivamente apasionada, pero lo que sí
quiere es saber que él está allí. Y no sólo la mente, el corazón y el alma de él, sino todo él. Aunque las
mujeres Virgo, como los hombres Virgo, pueden tomar el amor sexual a la ligera, son un poco más terrenales
al respecto que el etéreo Géminis. Además, esta chica se siente más confiada y distendida, y por consiguiente
puede ser una compañera más satisfactoria para el amor, si capta una dosis de seguridad y familiaridad en su
relación íntima. Esto no es siempre posible en compañía de un Géminis, que, por si acaso lo hemos olvidado,
contiene dos personas en una (a veces tres o cuatro), y es tan cambiante como para proyectar su deseo una
noche y una fría indiferencia la noche siguiente.
Semejante comportamiento puede producirle a la chica Virgo un trauma de silenciosa desesperación,
y hará que achaque estos altibajos del ardor de él a un defecto suyo. Los Virgo pueden ser implacables con los
demás, pero siempre lo son más consigo mismos. Siempre habrá algo que permanecerá tácito, en reserva,
entre estos dos. Raramente lograrán la entrega y el olvido total de sus personalidades en la unión sexual, y por
tanto su compatibilidad física, si bien podrá ser inmensamente satisfactoria en algunos sentidos, tal vez será
un poco reservada y controlada desde el punto de vista emocional.
Sin embargo, en el ámbito mental, no se ocultarán casi nada. De ninguno de los dos se puede decir que sea
circunspecto en lo que al lenguaje se refiere. Algunas parejas Géminis-Virgo utilizan las palabras como
armas, con puntería letal. Las palabras hieren. Pero las palabras también curan, y estos dos signos solares
pueden usarlas para bien o para mal. Nadie puede estimular tiernamente a una Virgen tímida para trasmutar su
estricta reserva en el floreciente jardín de rosas de la confianza en sí misma, con mayor pericia y delicadeza
que un hombre Géminis... y nadie puede sosegar los nervios frecuentemente alterados de este hombre,
mercurial con más dulzura y sagacidad que una chica Virgen, cuando ambos actúan motivados por el amor.
Claro que probablemente respetarán sus respectivas aptitudes mentales, pero es posible que sofoquen
demasiado a menudo sus manifestaciones francas, de afecto. Quizá ni él ni ella comprendan que es necesario
que la relación emocional sea profunda. Ella cumplirá con todos los deberes indispensables para con él, sin
descuidar ningún detalle. Le coserá los botones caídos, y le suministrará excelentes consejos respecto de su
carrera, siempre y cuando él se los pida, porque pocas veces o nunca le enunciará sus opiniones sin invitación
previa. Será una compañera estimulante en el teatro o frente al televisor, y podrá conversar muy
inteligentemente con él acerca de los libros, revistas y periódicos que lean. Igualmente, en su devoción,
aunque estable y admirable, quizá habrá una pizca de «deber».
El encontrará tiempo para conversar con ella acerca de todas las cosas que la preocupan, probablemente la
alentará a discutir todo aquello que se le cruce por la cabeza, y le concederá un amplio margen para
desarrollar libremente sus propias ideas, sus ideales y sus objetivos. No la sofocará con un exceso de celos o
de espíritu posesivo, pero quizá la haga sentir acorralada con sus averiguaciones y sondeos, a veces
exagerados, en el plano verbal.
Una vez mitigado el primer fulgor del romance, es posible que la mujer Virgo empie- ce a acusarlo de
dispersar excesivamente su energía mental. Ella también tiene sed de conocimientos, pero no es propensa a
62
desperdigarse y puede pensar que él se limita a buscar ávidamente excitaciones y novedades continuas.
Además, es posible que no comparta el entusiasmo de él por las excursiones y los viajes.
La mayoría de las Virgo tienen una extraña empatia por los niños, y digo extraña porque ellas mismas son
tan «adultas» en todos los sentidos. Pero los niños siempre hacen aflorar el potencial latente de la mujer Virgo
para la amabilidad y la belleza, un talento insospechado para el desarrollo de la imaginación, y una inmensa
ternura: la capacidad para escuchar con verdadero interés todas las angustias y alegrías de una mente joven,
sumada a la sagacidad necesaria para orientarla delicadamente hacia nuevas corrientes de pensamiento.
Puesto que todo hombre Géminis es, en su corazón, un niño, un chiquillo, estas cualidades intrínsecas de ella
no pueden hacer menos que atraerlo inmensamente. Sin embargo, cuando se trata de él, ella deberá ocuparse
no sólo de un «niño», sino de los Gemelos. Es posible que, a menudo, ella intente enseñarle el valor del
discernimiento, y descubra que a él no le interesa realmente discernir. A su vez, es posible que él intente
enseñarle a ser más franca, más expansiva, a valorar la libertad personal, y a adquirir el don de correr
impulsivamente en pos de un sueño. Pero los Virgo se abren muy lentamente, como una puerta chirriante, y él
siempre tiene una prisa tremenda. Además, a juicio de ella, la libertad nunca será tan valiosa como la
seguridad. A la inversa, para Géminis, la seguridad es a menudo sinónimo de un presidio mental, que
restringe toda posibilidad de cambiar los planes. Y ajuicio de él esta posibilidad es la que hace a la vida digna
de ser vivida.
La mujer Virgo pertenece a la categoría de las que le dan al amante o marido la sorpresa de servirle el
desayuno en la cama, pero, lamentablemente, son pocos los hombres Géminis a los que les gusta dormir hasta
tarde. Es más probable que él salte de la cama, se duche y pedalee o corra unas cuantas veces alrededor de la
manzana, o lea los titulares del periódico de la mañana, antes de pensar en algo así como las tostadas o los
cereales. Es posible que su reacción seca o indiferente ante las amabilidades de ella la ofendan más de lo que
él sospecha. Como su mente regida por Mercurio es muy analítica, el hombre Géminis que tiene la suerte de
ser amado por una Virgen también regida por Mercurio (hasta que aparezca Vulcano), deberá analizar la
auténtica naturaleza de ella con más minuciosidad, si desea conservarla.
Algunas mujeres Virgo se mantienen castas e indiferentes al romance durante años, y entonces lo arriesgan
todo en aras de una pasión única, inesperada e irrealizable, que no tarda en extinguirse. De modo que es
posible que, en verdad y por dentro, ella no sea tan fría y controlada, en el plano emocional, como a veces
parece serlo. Es igualmente posible que el auténtico amor se le escape al' hombre Géminis hasta que deje de
ser Peter Pan, y hasta que Wendy haya llegado a la edad de casarse con algún otro, o sea con alguien que
demostró más interés por ella que por sus propias aventuras.
Estos tristes desencantos pueden determinar que tanto Virgo como Géminis cavilen a solas,
atormentándose con añoranzas y lamentaciones. O pueden determinar que entablen una relación mutua
serena, segura y despejada de exigencias, que podría ser precisamente lo que ambos han estado buscando.
Claro que para ello tendrán que mirarse durante un poco más de tiempo a los ojos. En cambio, es posible que
eviten escudriñarse de frente, por el temor a que sus ojos revelen demasiado, mientras ella barre los suelos... y
él deambula por la casa, silbando su canción infantil... tanteando ambos con sus corazones, pero igualmente
incapaces de expresar con franqueza lo que sienten.
Es inevitable que entre éstos dos exista una cierta dosis de tensión e incomprensión, porque sus soles
natales estaban en cuadratura cuando nacieron. En la electrónica del amor, la tensión puede producir un
cortocircuito de las emociones, reduciéndolas a la oscuridad silenciosa. Pero con un intercambio Sol-Luna
armonioso entre sus horóscopos, este hombre y esta mujer podrán alcanzar, mediante su unión, un afecto y
una satisfacción perdurables. Es posible que nunca se trate del éxtasis turbulento y exaltado que vivieron
Scarlett y Rhett, pero el amor no tiene por qué ser siempre explosivo.
A veces, la dicha puede consistir en un trance apacible y sereno, en un momento de reposo en el viento, que
convierte la puesta de sol en algo menos triste y obsesivo... y que ilumina la aurora con una tierna promesa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
25 de febrero GRAN FIESTA del TANGO en Viva La Pepa! Milonga (Domingos en Malcolm)! Av Córdoba 5064. CABA!!!! festejamos el cumpleaños ...
-
El hombre Sagitario -¿Espero que no habrá huesos rotos?” ¿Ninguno digno de mención?, respondió el Caballero como si no le importara que ...
-
El hombre Libra -En mi juventud -dijo su padre- me interesó el Derecho y discutía todos los casos con mi mujer; y la fuerza muscular qu...
No hay comentarios:
Publicar un comentario