jueves, 15 de marzo de 2018

El jefe Géminis. El empleado Géminis

El jefe Géminis -Voy en busca de mariposas- dijo-, que duermen entre el trigo y con ellas hago pastel de carnero para venderlo por las calles. Se los vendo a los hombres -dijo-, que navegan en mares turbulentos; y de esta manera me gano el pan... un poco, por lo menos. Un día, tu jefe Géminis será un reloj humano, con los ojos de lince que registran cada segundo que te demores en tomar el café. Al siguiente, ni se dará cuenta de que has tardado tres horas en volver de almorzar. Si quieres prever sus cambios, puedes arrojar una moneda al aire; es un método tan seguro como cualquier otro. Bien comprendo que te seria muy útil saber como se comportará tu jefe cada día. Pero el ejecutivo Géminis tampoco sabe con que pie se va a levantar cada mañana, y si él no lo sabe, comprenderás que es imposible que yo pueda decírtelo. Lo mas seguro es no esperar que hoy sea lo que fue ayer, y en cuanto a mañana, cruzar los dedos. Como ejecutivo, puede ser brillante, pero inquieto. Géminis se encuentra más cómodo en el sillón presidencial que otros signos mutables como Virgo, Piscis o Sagitario, pero no tiene condiciones para dirigir o mandar a otras personas durante toda su vida. Un Géminis que crea haber nacido para dirigir con calma y resolución una gran empresa se está engañando (claro que siempre hay excepciones a la regla, como por ejemplo un Géminis con ascendente en Leo y la Luna en Libra). En primer lugar, a los de este signo se les hace difícil estar sentados más de una hora detrás de un escritorio. El presidente Kennedy, uno de los raros Géminis con dotes para asumir las cargas del liderazgo, resolvió elegantemente este problema. Muy simple: liberaba su energía nerviosa moviendo frenéticamente su mecedora. Si es Mercurio quien le riñe, tu jefe necesita movimiento. Géminis es un signo de aire, y ¿has visto alguna vez que el aire se quedara quieto? Puede parecerlo, a veces, en un día caluroso y húmedo (y lo mismo pasará con Géminis si lo encuentras en un momento excepcional), pero en ambos casos, eso no es mas que una ilusión. El jefe Géminis típico hará un agujero en la alfombra, a fuerza de pasearse de un lado para otro si se encuentra demasiado tiempo enjaulado en una oficina. Se siente mas a gusto como consultor administrativo, experto en rendimiento o vicepresidente encargado de mediar en los problemas laborales, que si se ve obligado a adaptarse al estrecho molde de un puesto de nueve a cinco, por mas fantástico que sea el nombre del cargo. Géminis funciona a base de ideas, principios y abstracciones; la monotonía y las responsabilidades materiales del ejecutivo medio terminan por reducir el vuelo de su espíritu. De ahí que cuando un mercuriano llega a aterrizar en un cargo ejecutivo, lo primero que hace es ejercitar su agudo espíritu de discriminación para delegar autoridad en quienes le rodean. Serán estos especialistas, cuidadosamente elegidos, quienes en realidad dirijan la empresa, y él dedicará su propia mentalidad inquieta a idear planes innovadores y proyectos originales que duplicarán los beneficios de la empresa y reducirán sus gastos generales. Los aburridos detalles mundanos impacientan a Géminis. Si en tu empresa acaba de entrar un jefe Géminis, hay que esperar que se produzcan unos cuantos cambios en breve plazo. Probablemente, la forma de comunicación mas lenta sean los cablegramas, y es posible también que haga instalar unas cuantas conexiones telefónicas mas que su predecesor. Tu nuevo jefe Géminis no llevará una semana en el trabajo sin que haya empezado a husmear inquisitivamente todas las actividades de la empresa. Tan pronto como sepa que es lo que se hace y como se hace, querrá saber el por qué. Y si le contestas que siempre lo habéis hecho de esa manera, conseguirás que el brillo de sus ojos se convierta en un resplandor helado capaz de congelarte a treinta pasos de distancia. A Géminis no le interesa ni le impresiona en absoluto la tradición. Cuando le dicen que algo es una vieja costumbre, ya es razón suficiente para que él quiera cambiarla. El jefe mercuriano típico hará cambiar los muebles de lugar, una vez por semana le pondrá los pelos de punta a su secretaria con la nueva idea para organizar el archivo de manera más eficiente, y cambiará los horarios de trabajo hasta encontrar uno que le satisfaga. Hay una cosa con la que puedes contar, y es una de las pocas de que se puede estar seguro con un nativo Géminis: jamás será monótono. También es raro que sea dogmático. Sus opiniones son flexibles. No podrás engañarle ni confundirle, porque su mentalidad mercuriana captará instantáneamente las circunstancias, atravesará las cortinas de humo y verá con absoluta claridad todos los aspectos de la cuestión. Eso significa que tampoco le cuesta mucho descubrir las intrigas. A veces podrás jurar que tiene ojos en la nuca, y hasta dos oídos más que los demás. Y hablando de rarezas anatómicas, incluso es difícil creer que no tenga más que dos pies, tantas serán las veces que parecerá estar en dos lugares al mismo tiempo. Nunca temas que tu patrono Géminis te odie o se convierta en tu enemigo. No es mucha la gente que le interesa durante el tiempo necesario para un sentimiento tan intenso. Tú no ocuparás su pensamiento durante más de una hora por vez, y eso no es bastante para cultivar sentimientos violentos, ni a favor ni en contra. Además, es capaz de comprender perfectamente como se sienten otras personas. Tal vez te sorprenda descubrir que, por más que él sea un individualista en todos los sentidos, es posible que tu jefe Géminis no te trate como un individualista. Parece una incongruencia, pero la dualidad de este signo ofrece más de una sorpresa. No quiero decir que no respetará tus opiniones individuales, al contrario. La mentalidad de Géminis es tan abstracta que a veces no ve más que el diseño básico, tanto en los objetos como en la gente. Toda clase de gente le resultará fascinante, pero tiende a clasificarlos de acuerdo con sus capacidades, ideas y potencialidades. Sin embargo, esta extraña manera de ver no le hace rechazar a los demás, de ninguna manera. Aunque su forma de enfocar las cosas sea mucho mas racional que emocional, le gusta tanto la gente que, a su vez, no puede menos que caerles bien. Sin el constante desafío del contacto humano, Mercurio se secaría, se evaporaría. Su signo le exige que sea sociable y que viva a través de los demás, porque de lo contrario, es desdichado. Será raro que lo veas solo. Es posible que clasifique a la gente por tipos, y que no se apegue emocionalmente, pero necesita tenerlos a su alrededor. Es probable que tu patrono Géminis tenga considerable poder de persuasión. Es capaz de convencerte de que hagas o dejes de hacer cualquier cosa, simplemente envolviéndote en ese encanto y ese ingenio irresistibles que él tiene, pero que son un talento compensatorio que le concedieron los planetas al nacer, para ocultar la frialdad básica de su naturaleza. Géminis vive en el aire, en etéreos palacios inalcanzables para las personas promedio. Su verdadero carácter, pese a su cordialidad superficial, es tibio, retraído y solitario en última instancia; aunque frecuentemente busque compañía, lo que persigue en verdad es algo que hay dentro de él. Sin embargo, no es hosco. Su forma de ser puede ser cordial y compasiva, pero al mismo tiempo ofrece su simpatía y su comprensión de la misma manera que ofrece amor y amistad: a distancia. Tendrá excelente sentido del humor, y te será más fácil ganártelo con una broma que con lágrimas. No es manifiestamente sentimental, y siempre es capaz de ver el aspecto ridículo de las cosas. El sentido del humor es un requisito previo a la verdadera inteligencia, de modo que no es sorprendente encontrarlo en los mercurianos, aunque a veces pueda mostrarse teñido de áspero sarcasmo. En una oficina dirigida por un Géminis siempre habrá un pequeño torbellino de confusión... y una actividad constante. Pero el confundido no será nunca él. Géminis es especialista en purificar aguas lodosas dejándolas claras. La rapidez de su ojo y la de su cerebro están perfectamente sincronizadas, y es probable que el ojo tenga una chispa muy especial. Será el mejor vendedor de la compañía, el mejor para los discursos y para atender gente. Y probablemente viajará tanto que tendrá siempre una maleta lista para salir en el primer avión. Si flirtea con esa secretaria nueva, tan bonita, será bueno advertirle a la chica que la cosa no va en serio; él no hace más que ejercitar su encanto. Disfruta de tu jefe mientras puedas, porque Géminis se aburre súbitamente después de haber logrado un éxito comercial o financiero y, mucho antes de llegar a jubilarse, se va en busca de nuevos desafíos. Antes de que parta, aprende lo que puedas de su estrategia, que es realmente fantástica. Es un experto en ambigüedades. Es capaz de darte vuelta a un argumento, confundirte, ponerte cabeza abajo y tenerte de su lado antes de que tú te des cuenta de lo que ha sucedido. Sin embargo, así como es astuto en las situaciones competitivas, también es un soñador incurable, y un narrador excelente. No prestes atención a la nacionalidad que el declare. No importa que haya nacido en Israel, en Australia o en Afganistán, todos los Géminis del mundo son irlandeses en lo profundo de su corazón. ¿Cómo se explica, si no, ese maravilloso don de zalamería? Fíjate en todas las corbatas verdes que usa. Es lo que te digo... lblblblblblblblblblblblblblblblbl
El empleado Géminis -Ha llegado el momento-dijo la Morsa- de hablar de muchas cosas raras: de zapatos, de barcos y de lacre, de coles y de cucharas, y de por qué el mar es turbulento, y de si los cerdos tienen alas. Pero... de que sirve una pobre vocecita contra un conjunto de tres lenguas? ¿Hay en su oficina algunos empleados que hablan deprisa, se mueven deprisa y piensan deprisa? ¿Qué son jóvenes de aspecto y de conducta, no importa cual sea su edad? ¿Y son imprescindibles, inquietos, originales e impacientes? ¡Pues usted si que es despierto! Ha contratado unos cuantos empleados Géminis. Es fácil entender por qué. Dado el encanto y la seducción que tienen, por no hablar de ese intelecto relampagueante y esa imaginación creativa, era lo menos que podía usted hacer. Ahora que ya ha tenido oportunidad de ver a los mercurianos en acción, habrá advertido que son más capaces que nadie de tomar una idea abstracta y reducirla a una fórmula. Su empleado Acuario puede pensar en términos desaforadamente abstractos, Aries puede salirle con algunas ideas recién sacadas del horno y bañadas de entusiasmo, y Virgo es capaz de organizar meticulosamente los detalles. Pero Géminis puede hacer las tres cosas. Sin embargo, antes de despedir a los demás, acuérdese de que Géminis no tiene la intensidad de impulso de Aries, ni su buena disposición para trabajar fuera de horario. También les falta la fija y constante determinación de Acuario y no entenderán jamás la perdurable y fiel dedicación de Virgo. No hace falta que le hable de los demás signos solares, con esto ya tiene la idea general. Por más que sea una personalidad dual, su empleado Géminis no es un hombre que valga para todo. Es, de todos, el que más se le aproxima, pero de todas maneras usted necesitará de sus demás colaboradores. Géminis comparte con Virgo, Aries, Leo y Escorpio una capacidad innata para hacer frente a cualquier emergencia. Puede dominar rápidamente una crisis. El Géminis típico tomará decisiones instantáneas y se pondrá en acción cuando la mayoría de los que le rodean están todavía encerando los esquís. Se aburre fácilmente con la rutina y adora la libertad, de manera que no trate usted de encadenarlo a su mesa de trabajo. Preferiría pasarse una temporadita en Sing Sing antes que trabajar como un esclavo del reloj. En prisión, por lo menos, podría dedicar su mentalidad inquisitiva a estudiar el comportamiento de los demás reclusos. Pero sinceramente, quisiera señalar aquí que un Géminis entre rejas es un solitario que no ha podido encontrar el lugar adecuado para sus múltiples talentos en una sociedad súper organizada y conformista. Más de un falsificador o ladronzuelo Géminis es, básicamente, tan honrado como el juez que le condenó, y dos veces más idealista. Cuando a Géminis se le hace sentir, en la infancia, culpable por su vivaz imaginación y su energía incansable, cuando después en el mundo de los negocios le critican constantemente por ser demasiado innovador y negarse a entrar en los viejos moldes, su elevado sentido moral, en lo mental y en lo social, se resiste y el mercuriano echa a andar por la única senda original que en su sentir le resta. La mayoría de los Géminis son tan fecundos y persuasivos que hablando pueden convencer a la gente de que compre cosas que no llegarán a usar siquiera. Siempre es un acierto confiar a su talento las ventas o las actividades de promoción. Cuando el pico de oro de Géminis comience a ensalzar las virtudes de su empresa, usted mismo no la reconocerá, por más que también esté ciego de admiración por su compañía. Confíe a su Géminis las ventas al público, o encárguele de engatusar a sus clientes en los restaurantes o en los campos de golf. O haga que le lleve a cabo la promoción callejera y se encontrará con una avalancha de buena voluntad y de órdenes de compra. Si no hay mas remedio que tenerlo en la oficina, fíjese bien dónde lo pone. La supervisión no le resulta tan irritante como a Leo o Aries, pero se pondrá nervioso y trabajará mal si se ve constreñido y no se le permite expresarse. Cuando esto suceda, su empleado Géminis romperá las cadenas y se ira con viento fresco en busca de mas libertad, sin pensarlo dos veces. Bueno, no hace falta que salga corriendo a ver si todavía está en su escritorio. No va a salir volando ni a hacerse humo sin haber tenido ocasión de exponerle a usted sus razones y convencerlo de su punto de vista. A menos que él mismo le diga directamente otra cosa, lo más probable es que esté tan contento como podría estarlo sobre la tierra el alado mensajero de los dioses haciendo cualquier cosa que usted haya confiado a su despierta mentalidad. Si en la oficina se organiza cualquier tipo de apuestas entre el personal, ya verá cómo Leo, Aries y Sagitario juegan ostentosamente, pero puede apostar usted el recuerdo romántico que mas quiera a que quien lo organizó todo fue probablemente una de esas descargas eléctricas nacidas en junio que tiene usted por empleado. Géminis no se jugará extravagantes sumas de dinero en proyectos complicados e inconscientes, con la facilidad con que puede hacerlo Leo, el León. Es mas probable que se decida a arriesgar su seguridad en una situación que suponga un desafío para su ingenio, donde la acción sea rápida y los beneficios inmediatos. En su conversación abundarán las frases como “Veamos cómo viene la mano”, “Vale la pena jugarse” o “Yo pruebo cualquier cosa una vez”. Y claro que si. Prueba cualquier cosa una vez, porque para la segunda ya no está. Se ha aburrido antes. Su empleado mercuriano puede brillar por su ausencia física o mental (lo mismo da) durante la temporada de béisbol o cuando hay campeonatos de golf. A la mayoría de los nacidos bajo este signo les encantan esos deportes, y muchos de ellos los practican, gracias a la sobrenatural destreza geminiana. No es mucho lo que Géminis no pueda hacer con una buena sincronización de su inteligencia y de sus manos, y desde luego está perfectamente capacitado para calcular con toda precisión un golpe de bate o hacer un hoyo en los greens de un solo golpe. Es frecuente que el deporte lo atraiga como manera de descargar toda esa energía nerviosa, pero a la larga, los Géminis prefieren ejercitar el ingenio y poner a prueba la mente, con lo que puede apuntar muchísimos tantos para su empresa. De todas maneras, hay que insistirle en que practique actividades físicas, que le cansen, para que pueda dormir. Todos ellos son propensos al insomnio. Muchos empleados Géminis que trabajan en lugares donde les exigen que lleguen temprano por la mañana se distinguen fácilmente por las ojeras. Los Géminis mantendrán su despacho bullente de actividad, de bromas y de alegría, pero harán su trabajo. Una secretaria mercuriana puede ser la dactilógrafa más rápida del mundo, e insuperable para tomar dictados. Normalmente, si es una Géminis típica, sabrá redactar una carta con claridad e inteligencia, con sólo que usted le de una idea del asunto. Pero a pesar de todo su talento como secretaria, sería más acertado que la pusiera usted en la recepción, donde podrá hechizar a todos los que entren por la puerta al mismo tiempo que maneja el conmutador. (Para una chica de Mercurio, hacer dos cosas al mismo tiempo, y hacerlas bien, no es ningún problema.) Ya verá usted cómo le llama menos gente rezongona. Y no sólo será capaz de hechizar a los extraños con su dulzura y su inteligencia, sino que difícilmente se le mezclarán las líneas y le interrumpirá en mitad de una conferencia con Kalamazoo para comunicarle con Katanga. Me falta advertirle que no se le ocurra consultar con Géminis problemas de ascensos, bonificaciones, comisiones y cosas por el estilo. Para la labor de asesoramiento, recurra a un austero Capricornio, al dogmatismo de Tauro o al sentido común de Virgo. Si no la habilidad dialéctica de Géminis puede inducirle a que le ascienda a él a un puesto más alto (aunque para eso tenga que despedir a su cuñado) y a pagarle dos veces mas de lo que usted mismo gana. Géminis puede hacer que todo eso parezca impecablemente 1ógico, de manera que es preferible no discutir las cuestiones financieras con un persuasivo mercuriano. Si usted se anima al jueguecito, adelante. Pero puede ser que termine el partido prometiéndole una remuneración semanal que alcanzaría para pagar durante un año a un par de Virgos o de Cangrejos. Si tiene empleados mercurianos, más de una vez andará por los pasillos pisando corazones destrozados. Uno o dos flirteos por mes, y una manera bastante versátil de cambiar de opinión constituyen el comportamiento estándar de Géminis, hasta que madure. A menos que su carta natal indique una naturaleza más estable, muchos Géminis tienen un aire de juvenil irresponsabilidad. Mentalmente, tienen un millón de años por lo menos, pero sus emociones son las de la adolescencia... y su aspecto también. La verdad es que a Géminis, como a Peter Pan, le enferma crecer. Y, como Peter, necesita una Wendy tan vivaz como él para que le entienda y le deje ir y venir a su gusto. Si usted es de los jefes a quienes les gusta hacer el papel de Cupido en la oficina, no le presente mas que chicas de ese tipo, porque si no, no pasará mucho tiempo antes de que tenga usted que adelantarle dinero para pagar los alimentos. ¿Quiere dar verdadero impulso a su oficina? Ponga juntos en un despacho a un Aries y a un Géminis para que estudien un proyecto nuevo. Después, llénese de algodón los oídos para protegerse los tímpanos de un ruido como el de cien máquinas de sumar y doscientos teletipos que marcharán al mismo tiempo. Quédese cerca, con una red grande y resistente para atrapar todos los globos rosados que empezarán a volar por el aire, lléveselos a su despacho y, antes de pincharlos con un alfiler, estúdielos cuidadosamente. Es probable que alguno de ellos contenga una idea de un millón de dó1ares.

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