jueves, 15 de marzo de 2018

PLUTÓN A TRAVÉS DE LAS CASAS Una última anotación: las reacciones, respuestas, elecciones y deseos que manifestamos a lo largo de nuestras vidas actuales, vinculan lo que podríamos llamar el «karma en curso» con el futuro karma, y este karma «en curso» es generado en cada instante de la vida, en mayor o menor grado. La descripción del paso de Plutón por las Casas será aplicable tanto a los tránsitos como a las progresiones, estando entrelazadas las condiciones «internas» y «externas» en cada descripción. En el caso de usar estas descripciones para el análisis de una revolución solar, serán aplicables sólo a aquel año durante el cual tiene lugar dicha revolución. Es preciso tener en cuenta al regente natural de cada casa (1 Marte, 2 Venus, etc). De esta forma, Plutón en casa I tendrá relación con el efecto del tránsito Pluton/Marte o Marte/Pluton, o también de un Marte progresado sobre Plutón. Si se usa el método de progresión por arco solar podría darse también una analogía con un Plutón progresado sobre Marte, siempre y cuando dicha progresión fuera unida a una etapa crucial de la vida individual. PLUTÓN EN TRÁNSITO POR LA CASA I El arquetipo propio de este tránsito es iniciar nuevas acciones y propósitos, como un reflejo del comienzo de un nuevo ciclo en el desarrollo evolutivo. Se trata de un periodo que va acompañado generalmente de una crisis de identidad, en cuanto el nativo va sintiendo apremios en su interior por liberarse de un pasado que le encadena, o que percibe como algo que impide su crecimiento. Por supuesto, el pasado representa para el lo conocido, un factor de seguridad. Este impulso evolutivo actúa ahora sobre una base muy instintiva. Profundos deseos de liberación impactan la conciencia individual, sin llegar a concretarse en pensamientos claros, de modo que el nativo no puede saber realmente a dónde le llevarán estos impulsos apremiantes. Algunos van a sentir temor frente a ellos, por cuanto parecen amenazar la realidad existente y los fundamentos de su vida. Ningún análisis racional podrá venir a darles respuestas y, de hecho, un análisis de este tipo más bien vendría a interferir el proceso. La clave para enfrentarse positivamente a estos impulsos está sencillamente en dejarse, siguiendo los mismos instintos. Si todo está bien a un nivel visceral, sin que sepamos porqué, debemos dejar que se manifieste el apremio para ver donde nos lleva. Pero si a nivel visceral no funciona será mejor no dejarse llevar. La comprensión vendrá posteriormente a los hechos mismos. De esta forma siguiendo los impulsos e instintitos internos la persona llegará a conocer nuevos caminos y experiencias que permitirán desarrollar nuevas dimensiones de la personalidad. Una reacción frecuente a este proceso adopta la forma de ira, ansiedad, inquietud e impaciencia. Aquí el nativo puede proyectar de un modo inapropiado estos sentimientos sobre otros o sobre situaciones concretas que sean percibidas por él como obstáculos para su crecimiento. O bien puede enfadarse consigo mismo por las situaciones auto generadas que le llevan ahora a un sentimiento de contención y confinamiento. La ira puede manifestarse sin razón aparente, ya que antes fue reprimida en esta vida o en otras anteriores. No resulta extraño, en el curso de este proceso evolutivo, atraer circunstancias- hacia uno mismo que provoquen ira, o atraer a otras personas que de pronto manifiesten reacciones coléricas hacia el nativo sin razón aparente. Cuando esto ocurre, la causa más común está en el karma residual o no resuelto, con las personas involucradas en tales relaciones. Con un enfoque evolutivo, estas circunstancias o condiciones van a crear una oportunidad para que el individuo pueda llegar a inferir y conocer las razones de su ira, ofreciéndole la posibilidad de erradicarla de su mente. Además, hay también una oportunidad kármica en el sentido de resolver antiguos embrollos en los cuales la ira fue proyectada o recibida en relación con otras personas. En los peores casos, puede aparecer la violencia física, de modo que el individuo puede atacar a alguien o ser víctima de un ataque. Si así ocurre, este tipo de situación estará vinculado a alguna clase de karma residual originado en acciones pasadas. Durante este proceso frecuentemente aparecen problemas de relación, tanto en lo que concierne a las relaciones íntimas como a los contactos de tipo casual. Dichos conflictos se producen siempre cuando la relación entorpece el crecimiento del individuo, y no resulta extraño cuando éste se muestra temeroso y-resistente al cambio que le induce a nuevas acciones y propósitos para llegar a una posición independiente y al autoconocimiento, que una pareja, amigo íntimo o padre del sujeto induzca confrontaciones que muevan a éste a romper, tornándose más independiente y autoafirmado. Hay otros casos en los que una pareja puede dejarle o incluso morir, para inducir el necesario proceso de crecimiento. Por otra parte, si el nativo desea liberarse conscientemente, de una u otra forma, pero percibe a su pareja, amigo o padre como alguien que le retiene, entonces él mismo se encargará de inducir las confrontaciones que le llevarán a un probable rompimiento. Si la relación no impide el crecimiento, es cosa del individuo el saber dar paso a los impulsos y deseos que considera correctos y que así se manifiestan a un nivel visceral. Incluso algunos establecerán relaciones con parejas o amigos que les alentarán hacia ese proceso. Pero también puede darse que el proceso promueva para el nativo la experiencia de ser "golpeado" por otros, que lo encuentran atractivo o instigador. En algunos casos amigos y amantes del pasado pueden emerger nuevamente en la vida del sujeto para producir reacciones emotivas, intelectuales, físicas o espirituales que le lleven a nuevos descubrimientos en cuanto a sus dinámicas y necesidades internas. Existen variadas razones por las cuales el individuo puede tener la sensación de ser "golpeado" por otros que muestran interés y atracción hacia él. Así, por ejemplo, podrá sentir que algo falta dentro de una relación dada, y la experiencia interna de esa carencia creará una vibración interior que luego será proyectada hacia el entorno del nativo. Como si echara un anzuelo, este individuo va a atraer a otros que reflejarán los deseos y necesidades que no están siendo satisfechos dentro de su relación existente. Si él siente un impulso visceral en cuanto a dejarse llevar por esta atracción, entonces debería ser honesto y poner en conocimiento de su pareja actual esta situación para evitar la creación de karma negativo como sería de esperar. Si el nativo no está comprometido con nadie, la clave será sencillamente "ir a por ello", siempre y cuando perciba que la atracción visceral es correcta. La duración de este tipo de enlaces no tiene importancia, ya que lo que cuenta es la calidad de la experiencia, dentro de la cual pueden promover se nuevos descubrimientos y autoconocimiento. Por otra parte, si el nativo ha establecido ya una relación que considera correcta en cuanto que le aporta el necesario crecimiento, este tipo de experiencia puede servirle como una prueba para conocer su capacidad para mantener el compromiso existente, o también puede serle útil para dar por terminado antiguos asuntos relacionados con otras personas que ellos mismos han conocido a lo largo de sus vidas individuales. De nuevo, son muy variadas las razones para llegar a una situación de este tipo, y una descripción exhaustiva del conjunto de las dinámicas kármico evolutivas será necesaria en cada caso para comprender el porqué se está produciendo una situación y lo que se debe hacer respecto a ella. También pueden aparecer confrontaciones de tipo sexual y otras dificultades durante este proceso evolutivo. Normalmente, la actividad sexual del individuo se ve intensificada durante este período. Algunos experimentarán limitaciones sexuales o conflictos en las relaciones ya existentes, los cuales pueden llevarles a verse atraídos por otras personas a quienes perciben como capaces de saciar sus necesidades insatisfechas. En otros casos, este proceso puede producir atracciones de tipo hipnótico o instintivo sexual, o bien el nativo puede ejercer este género de atracción hacia otros. Dichas atracciones pueden ser muy compulsivas y algunos harán nuevos descubrimientos sobre la naturaleza de su sexualidad. En general, durante este período puede darse una metamorfosis de la identidad sexual, y las nuevas experiencias, orientaciones o expresiones de la naturaleza sexual del individuo y de su propia identidad, le permitirán el acceso a nuevas dimensiones de su autoconocimiento, proceso que puede resultar muy positivo si el nativo sigue los nuevos derroteros. Algunos problemas físicos pueden presentarse igualmente en el curso de este proceso evolutivo, manifestándose a través de las glándulas suprarrenales, los músculos, la sangre (toxicidad y desequilibrio entre glóbulos blancos y rojos), cabeza, intestino, colon, hígado, próstata, cervix, vientre, ovarios y los chakras inferiores. También puede darse el caso de accidentes que desencadenen problemas físicos. Detrás de todos estos problemas físicos subyace la necesidad de examinar aquello que impide el propio crecimiento y dar los pasos necesarios para superarlo. Al hacerlo, la salud podrá recuperarse nuevamente. El punto es que el cuerpo ha manifestado un conflicto cuyo origen verdadero reside en la estructura y la realidad psíquica existente en el individuo. Esta clase de problemática sólo aparece cuando el sujeto manifiesta resistencia respecto a los cambios indispensables en su vida. Eventualmente, alguno de los problemas antes mencionados va a afectar a una persona cercana al nativo, y cuando esto sucede, el individuo se ve impelido a aprender esta lección a través de la otra persona, al presenciar los efectos de la resistencia a un cambio necesario. Cualquiera que sean los hechos concretos asociados con Plutón, cuando éste transita a través de la Casa I, la mayoría de gente va a sentirse ansiosa, inquieta e impaciente, porque presienten que hay algo nuevo que debe irrumpir en su existencia. ¿De qué se trata?, es una pregunta que puede generar un temor interno de no encontrar "aquello" que debe sobrevenir. Nuevamente la clave está en seguir los propios impulsos instintivos. "Aquello" será descubierto de esta manera. En todos los casos, estas nuevas orientaciones, impulsos e instintos estarán ligados a la dinámica fundamental kármica/evolutiva descrita en el Tema natal. En general, este proceso evolutivo representa que el Alma desea iniciar e implantar nuevas direcciones, deseos y acciones que crearán nuevos pensamientos y orientaciones, así como nuevos descubrimientos dentro del sujeto. Para algunos, esta dinámica puede implicar un total rompimiento con el pasado, mientras que para otros puede requerir simplemente el dejar a un lado algunos aspectos o matices que están ligados a una forma anterior de reacción, aproximación o actitud. En cada caso, este proceso va a generar una transformación alrededor de algunas áreas de la vida individual, o de toda la existencia en su conjunto. PLUTÓN EN TRÁNSITO POR LA CASA II El tema o arquetipo de este proceso evolutivo se basa ahora en la metamorfosis que el individuo va a experimentar en cuanto a su relación consigo mismo y consecuentemente con los demás. Además, el proceso promoverá una reevaluación fundamental del sistema de valores del nativo. El impulso evolutivo que induce a este proceso es el de un intenso autoexamen. A través de la confrontación interior, el individuo puede transformar y eliminar sus propias formas existentes de autopercepción y las valoraciones en que éstas se fundamentan. A causa de ello, es frecuente que el nativo experimente un "irse abajo", una pérdida de significado personal. Su vida no significará para él lo que antes representaba, y el sentimiento interior de significado personal va a cambiar también. Este sentimiento está directamente ligado a la manera como uno se relaciona consigo mismo, por lo cual este pro ceso implica toda una confrontación por parte del individuo de su propio sistema de valores, a fin de evolucionar y crecer en nuevos senderos: relacionarse consigo mismo de una forma nueva y, al hacerlo, relacionarse también con los demás de otra manera. El grado de intensidad del conflicto, resistencia y confrontación relacionados con este proceso dependerán de la naturaleza global del individuo, reflejada en su aceptación o no aceptación del cambio. Si la naturaleza y valoraciones individuales son relativamente fijas, la resistencia podrá ser lo bastante fuerte respecto a este proceso evolutivo, pero si su naturaleza es relativamente abierta o mutable, la resistencia será menos severa. Una pista sencilla en este sentido nos la ofrece la ubicación por Signo y Casa del planeta Venus en el Tema natal junto con sus aspectos; otras indicaciones adicionales las darán los planetas regentes de la Casa II y la Casa VII (Cúspides). El proceso promueve también una situación evolutiva en la cual el individuo puede tomar conciencia de nuevos recursos personales desde su interior, que pueden ser utilizados para establecer bien sea una nueva forma de vivir o para renovar y dar nuevas expresiones a las formas ya habituales de vida. En el primer caso, el nativo irá encontrando cada vez mayor dificultad en su forma actual de vida. La pérdida de relación o de significado inducirá las necesarias confrontaciones para que nuevos recursos y valores emerjan en su conciencia. En el segundo de los casos, se darán dos situaciones.: 1. El nativo es aún capaz de encontrar significado, valor y relación en su vida actual, y 2. Siente la necesidad y el deseo interno de expandirse y renovar la expresión y orientación de su vida, a fin de reflejar con ello nuevas dimensiones de su ser están surgiendo ahora su propia comprensión consciente. En cualquier caso, la experiencia del confinamiento o la limitación interna y externa va a promover este desarrollo. Para algunos, este proceso implicará un traslado forzoso o un agotamiento de los recursos existentes, dinero y posesiones, o bien la pérdida de una situación que estaba dándoles el sustento físico, bien se trate de un trabajo, una relación matrimonial o de amistad, etc. Tales circunstancias acontecen en base a la necesidad de generar nuevos valores y formas de relacionarse consigo mismo y con los demás. Estas experiencias van a reforzar por otra parte las lecciones evolutivas de autoconfianza, autosatisfacción y autosuficiencia. En casos como estos, el shock emocional inducido por la pérdida induce o refuerza la actitud de autoexamen, a fin de determinar las causas y dinámicas que han llevado a estas situaciones. Hay casos en que se hará presente un elemento de retribución kármica. Tales shocks promueven a un aislamiento interior y, sobre una base gradual, el individuo no puede encontrar ya significado o relación en aquello que ha perdido. Bajo este aislamiento interno, el nativo debe aprender a responder creando nuevos valores y formas de relacionarse consigo mismo y con otros, para dar paso a un nuevo sentimiento de significado personal y a nuevas valoraciones. De alguna manera, nuevos recursos personales pueden emerger, con los que el individuo podrá desarrollar un significado diferente en cuanto a su autosostenimiento, sobre un plano físico y emocional. Desde un enfoque kármico, esta situación se asocia por lo común con un uso inadecuado., abuso o manipulación de los propios recursos o los de otros. En algunos casos, se asocia también con un bloqueo o rechazo a las necesidades, capacidades o talentos internos, que no se han puesto en práctica. De este modo, el forzoso traslado no permite otra alternativa que buscar el desarrollo y creación de nuevas valoraciones que le lleven a una reorientación del significado y la relación personal, lo cual incidirá a su vez en nuevas formas de relacionarse con los demás y permitirá actualizar potenciales latentes junto con deseos, necesidades y destrezas que promueven un nuevo significado a la vida. En otros casos, he visto algunos nativos que han recogido la recompensa por esfuerzos previos realizados en un área o aspecto concreto de su existencia. Incluso algunos pueden recibir la recompensa por acciones de vidas pasadas, las cuales llegan bajo la apariencia de dinero, bienes o reconocimiento por parte de otros como una valoración a lo que el nativo ha estado haciendo. A su modo, esta situación promueve también una nueva evaluación interna y un autoexamen, puesto que el nativo debe aprender a dar significado a estas nuevas condiciones. De esta forma, estarán aprendiendo a relacionarse consigo mismo y con los demás bajo una nueva perspectiva, debido precisamente a estas situaciones nuevas. Los problemas físicos que pueden presentarse durante este proceso evolutivo están vinculados generalmente con los riñones, la parte baja de la espalda, la función psicológica de la audición, que puede manifestarse como una disfunción física del oído y su estructura, dificultades de tipo circulatorio en venas o arterias, piedras en los riñones, vejiga, conducto urinario, quistes en ovarios y alteraciones en los niveles de hormonas como estrógeno y progesterona, dolores de cabeza causados por residuos tóxicos en los riñones y dolencias asociadas con el chakra cardíaco. En general, este proceso representa que el Alma desea transformar los sistemas de valores ya existentes, a través de los cuales el nativo da un significado personal a su vida. Es tiempo para él de eliminar todos los esquemas caducos de valoración, las posesiones y formas de relacionarse consigo mismo y con otros, para dar paso a un nuevo esquema y manifestar nuevas valoraciones. Al permitir que se vacíe el pozo del pasado, podrá llenarse el recipiente del futuro. La resistencia al proceso crea no sólo problemas psicológicos, kármicos y evolutivos, sino también los problemas fisiológicos ya mencionados, debidos todos al bloqueo. Al superar los bloqueos psíquicos y emocionales, el nativo se transformará hacia un estado regenerado de bienestar y vitalidad personal. PLUTÓN EN TRÁNSITO POR LA CASA III El tema arquetípico de este proceso evolutivo hará que el individuo se enfrente a las limitaciones de las estructuras intelectuales, de su organización y orientación. Así, será preciso examinar la naturaleza de las opiniones personales y la base de las mismas. En la medida en que este proceso va creciendo en intensidad, el nativo irá experimentando gradualmente un estallido interno de sus construcciones intelectuales, sus conexiones lógicas y orientaciones mentales hacia sí mismo y hacia su entorno. Tal estallido va acompañado con frecuencia de divergencias, de opinión y discusiones con otras personas a través de la argumentación. A nivel subconsciente, el nativo atraerá circunstancias y acontecimientos que vendrán a inducir o a reforzar esta necesidad evolutiva, los cuales se asocian con nuevas relaciones o experiencias que van a desafiar o confrontar las opiniones del individuo y sus fundamentos, pudiendo también vincularse con personas que le rodean, que están empezando a reorganizar intelectualmente sus vidas y cuestionando la base de sus propias opiniones. De esta forma, donde antes había acuerdo con otros a nivel intelectual, ahora van a presentarse conflictos y desacuerdos. La causa de todo esto radica en que el nativo debe desarrollar gradualmente nuevos puntos de vista y expandir sus fronteras intelectuales a fin de llegar a percibir y vivenciar la vida de una forma nueva. Además, el proceso tiene lugar para que el individuo pueda eliminar los pensamientos superficiales y las ideas poco profundas acerca de la naturaleza de las cosas. Al hacerlo, podrá ir despertando y tomando conciencia de las razones subyacentes que le han inducido a pensar en la forma en que lo viene haciendo, lo cual va a promover a su vez la comprensión del porqué ha organizado intelectualmente la realidad de una forma peculiar. Con ello, llega a una profundización a nivel mental. Al examinar los fundamentos de sus propias opiniones, orientaciones mentales y estructuras de su intelecto, el nativo irá pasando progresivamente por tres etapas: 1.- Necesidad de dejar a un lado abiertamente y sin reservas ciertas opiniones, puntos de vista y actitudes mentales, o bien todo un sistema de organización intelectual; 3. Necesidad de reformar o profundizar en ciertas ideas sobre la naturaleza de la realidad, que aún pueden ser útiles o importantes, y 4. 3. Necesidad de alcanzar nuevas experiencias que puedan dar paso a otros tipos de conocimientos, ideas e información. A nivel psicológico, el síntoma común a este proceso será la sensación de estar agobiado o encerrado intelectualmente, siendo también frecuentes el hastío y la inquietud intelectual. Por supuesto, este proceso puede amenazar el sentimiento de seguridad emocional del nativo, ya que éste se encuentra ligado a sus ideas, opiniones y estructura intelectual, de modo que un cambio en ellas supone todo un riesgo de inseguridad emotiva interna. Para algunos, este riesgo va a generar resistencia frente a la necesaria transformación, y la intensidad de esta resistencia va a determinar a su vez el grado de confrontación intelectual interno y externo. Los indicadores están nuevamente asociados a la ubicación de Mercurio en el Tema natal y a la de las cúspides de las Casas III y VI, junto con la condición general de sus respectivos regentes planetarios. Durante este proceso, será necesario introducir nueva información tomada del entorno individual, permitiendo a la vez que ideas nuevas emerjan desde dentro hasta la superficie. De esta forma, se harán manifiestas otras perspectivas, las cuales van a posibilitar al nativo un examen y una comprensión de los fundamentos de sus creencias y de sus actuales esquemas de opinión. Puesto que todo ello refleja el deseo de llegar a un conocimiento más profundo en relación con la naturaleza de la vida, tanto en lo interno como en lo exterior, no resulta extraño que el individuo se sienta rechazado o se irrite a causa de opiniones y explicaciones superficiales de otras personas. He visto a nativos normalmente dóciles irrumpir en toda una diatriba y ataque intelectual contra otros que ellos perciben ahora como personas superficiales, carentes de significado o sencillamente estáticos en sus opiniones. Desde luego, estas manifestaciones externas son un reflejo del estallido interno que el nativo está viviendo. Para estas personas, una actitud apropiada y bastante frecuente será la búsqueda de nuevos sistemas de conocimiento con los cuales construir nuevos fundamentos, para que la necesaria reorganización no se disperse por completo en distintas direcciones. Ayuda mucho el estudiar o identificarse con un sistema comprensivo y una disciplina, para que los demás intereses queden vinculados a esta nueva base que se refleja en dicho sistema. El peligro es dejarse llevar en varias direcciones simultáneamente debido a la profunda sed interna de nuevas ideas e información. Tal despilfarro de energía solo contribuirá a profundizar la crisis intelectual, dado que el nativo se va a encontrar perdido y confuso en una especie de remolino de ideas y perspectivas que interfieren y chocan unas con otras. Sobre esta base, puede ser recomendable al comienzo de este proceso el poner a prueba diversos sistemas intelectuales que sean nuevos para el nativo, para permitir la necesaria renovación. Una vez detectado el sistema más idóneo, el individuo debe identificarse con él para ir creando una base sobre la cual otras ideas e informaciones puedan tener una perspectiva coherente. Otra actividad favorable puede ser viajar, en cuanto promueve nuevos esquemas de pensamiento. Cuando se viaja, el movimiento facilita el cambio de ideas, a través de las nuevas experiencias, contactos e intercambios con otras personas a lo largo del recorrido. La necesidad de viajar es así una nota cíclica durante este proceso. Pero viajar demasiado puede llevar a un efecto de disipación o dispersión, que llevará al individuo a perder la posibilidad de sentirse centrado. Por el contrario, si no se viaja o no hay el suficiente movimiento, esto puede causar una intensificación del estallido interno que acompaña al proceso, llevando a su vez a una pérdida intelectual y emotiva de perspectiva y enfoque del centro interno. Es, pues, de una forma cíclica que el individuo sentirá emerger esta necesidad de exploración interna para descubrir nuevos pensamientos, perspectivas y orientaciones mentales dentro de sí mismo, sin que le sea necesario moverse en el plano externo. La clave está en tomar conciencia de estos dos ciclos naturales a lo largo del proceso, ponerse en movimiento cuando sea necesario y saber reposar a su debido tiempo para dar lugar a una clarificación interior. Los problemas físicos que pueden sobrevenir durante este período se asocian con el sistema nervioso y neuronal, erupciones en la piel, dolencias en la envoltura pulmonar, garganta y otras asociadas con la cervical y el chakra tiroideo. En términos globales, este proceso evolutivo promueve la necesidad de expandir los horizontes intelectuales y eliminar todos aquellos esquemas de pensamiento y opinión que sean caducos o desfasados. Es un tiempo para profundizar más allá de los hechos externos para conocer la base nuestras actitudes y posturas intelectuales. De esta forma, tendremos acceso a un mayor conocimiento personal y autorealización. PLUTÓN EN TRÁNSITO POR LA CASA IV El tema arquetípico en este tránsito contribuye a crear circunstancias internas y externas a través de las cuales el nativo se verá impelido a examinar los fundamentos de aquello que constituye su seguridad emocional, sus dependencias, autoimagen, sentimientos y estados de ánimo. Además, este proceso servirá como una excelente ocasión para estudiar el impacto de su primer entorno, reflejado principalmente a través de sus padres, así como de conocer, para aquellos que tienen un hogar e hijos, la forma en que han venido respondiendo emotivamente a las necesidades de su familia y sus niños. Se trata, pues, de un lapso de tiempo, ya se trate de un tránsito, una progresión o una revolución solar plutoniana, cuyo proceso va a promover el final de un ciclo de la vida individual y el comienzo de una nueva fase. Por ello es necesario ahora cambiar o eliminar toda forma de seguridad o dependencia que esté ligada a situaciones externas, ya que éstas van a estar limitando de alguna manera el posterior crecimiento. Este período y experiencia evolutiva pueden resultar muy difíciles para muchos que los vivirán con la sensación de que el fundamento de su existencia está amenazado y removido. No obstante, tal experiencia es necesaria, quedando el individuo a solas consigo mismo para poder observarse, examinarse y depender de sí mismo. De hecho, la propia imagen de cada uno es un reflejo de nuestra naturaleza total y de la .realidad interna y externa, de modo que al ir eliminando ciertos aspectos o dinámicas, el individuo se ve forzado no sólo a examinar la forma como ha estado condicionada su autoimagen, sino también a ir construyendo una nueva imagen de sí que esté basada en los cambios indispensables dentro y fuera de él. Los trastornos emotivo s van a emerger desde lo más profundo y se reflejarán también en su entorno inmediato a través de circunstancias muy diversas, las cuales pueden vincularse a problemas en su vida familiar, profesional o personal. El efecto de todos estos conflictos puede llevar al nativo a una situación de gran desconcierto. El propósito y la razón evolutiva de todo ello es forzarle a un autoexamen para determinar lo que ha venido haciendo con su vida y las razones de esto. Aquí será también necesario analizar las bases de la propia seguridad emocional y autoimagen, en relación con la naturaleza de la realidad personal. En concordancia, es tiempo de transformar los antiguos esquemas de reacción emocional hacia uno mismo y hacia los demás, como también de eliminar toda dependencia exterior que toque la seguridad personal a un nivel emotivo. Para algunos, este proceso se verá reforzado por la pérdida de un empleo, un miembro de su familia o alguien íntimo, o bien a través de intensas confrontaciones emocionales con otras personas de su familia, o con la pérdida de la propia vida. El temor emotivo hacia la muerte puede convertirse en una seria preocupación, mientras que habrá quienes experimenten una especie de llamada o estremecimiento en relación a la muerte. Este proceso puede llevar a un esclarecimiento emocional y a la salud en este terreno, gracias a la liberación de esquemas y actitudes caducas, construidas a través de varias existencias. Algunos de estos esquemas están vinculados con necesidades o reacciones que han sido reprimidas, rechazadas o mantenidas en ascuas por mucho tiempo. Al emerger hacia la conciencia individual, estos esquemas emotivos junto con estados de ánimo y sentimientos que actúan como reactivos de tales impulsos emocionales, pueden ser muy compulsivos e intensos. Cada emoción pasajera y cambiante va a retener la total atención del individuo mientras dure. Tales sentimientos, emociones y estados de ánimo promoverán una comprensión consciente de la naturaleza de los patrones habituales antiguos e inconscientes de reacción emocional en la vida individual. Ciertos nativos parecerán casi cata tónicos debido a la forma como se dejan absorber por estos transitorios estados emotivos, pero tal absorción tiene lugar para dar al sujeto la oportunidad de examinar las bases causales y los parqués de sus respuestas emotivas, demandas, necesidades, esquemas de seguridad, autoimagen e impacto del entorno durante su infancia. El conocimiento y la comprensión consciente a que les induce este examen, puede llevarles a una situación de estancamiento personal y emocional. No obstante, este sentimiento de bloqueo es también necesario en cuanto induce una oportunidad para el cambio. Los miembros de su familia u otras personas cercanas pueden experimentar también este sentimiento en sus propias vidas. Algunas cosas aún no resueltas de tipo emotivo, asociadas a factores o situaciones de vidas anteriores pueden aflorar ahora entre el nativo y aquellos con quienes mantienen relaciones más íntimas. La conducta relacionada con estos patrones emotivos sin resolver puede llegar a ser bastante compulsiva e irracional. Con todo, este puede ser un período excelente para que el sujeto resuelva lo que quiera hacer con aquellos patrones, y para promover una determinación en cuanto a su relación con otros, en caso de que encuentre demasiado difícil trabajar estas cosas ahora y llegar a resolverlas. En cualquier caso, nuevos esquemas emocionales se harán presentes, junto con el necesario cambio y autoconocimiento. Durante este proceso, el nativo debería dedicarse a reflexionar sobre su pasado, con una intención consciente; en otras palabras, volver a revivir en su memoria los acontecimientos y circunstancias de su vida hasta la fecha y examinar las dinámicas internas y los factores causales que han dado origen a todas las situaciones examinadas. De esta forma, el individuo estará en condiciones de adquirir mayor conciencia sobre su propia naturaleza y estructura interna. Tal proceso de reflexión activa debe ir unido a la comunicación o práctica. La necesidad cíclica de expresar y comunicar aquello que está siendo descubierto desde dentro se produce, a fin de posibilitar la necesaria limpieza y purificación de la estructura emocional. El individuo se ve aquí abocado a un riesgo de distorsión y estallidos internos si se recluye en un estado meramente reflexivo sobre sí mismo. Este ciclo no será predecible, pero fluctuará sobre una base diaria o incluso momentánea. El sujeto debería limitarse simplemente a expresar de algún modo, a comunicar aquello que sea necesario, lo cual requiere por lo menos a otra persona en su inmediato entorno en la que el nativo pueda confiar y que sea lo suficientemente madura como para permitir que esto ocurra sin sentirse amenazada o arrastrada por ello en el presente. Pero puede ser difícil para el nativo encontrar alguien en quien confiar, puesto que a muchos ya les es difícil confiar en sí mismos, en relación a lo que están sintiendo o necesitando. Algunos van a sentirse muy vulnerables e hipersensibles durante el curso de ese período, pasando por momentos y necesidades emocionales muy semejantes a las de un niño, sin importar la edad de la persona. Como el propósito de todo esto radica en el aprendizaje de la seguridad interna y en minimizar las dependencias exteriores, aquellos que están cerca del nativo y pretenden ayudar le deberían promover gentilmente este tipo de comprensión. En cuanto a los problemas de tipo fisiológico que pueden manifestarse durante este período, estarán asociados con el sistema linfático, el estómago, las glándulas mamarias, los ojos, las mucosas por retención de agua o de agentes tóxicos, dándose también resfriados y problemas vinculados con el chakra medular. En términos generales, este proceso va a promover un total renacimiento y metamorfosis de la estructura emotiva interna y la autoimagen individual. Al eliminar y transformar los esquemas caducos emocionales y minimizar las dependencias del exterior, nacerá una persona nueva. Una nueva etapa se iniciará en la vida del nativo. PLUTÓN EN TRÁNSITO POR LA CASA V Durante este período, el efecto arquetípico consistirá en inducir una situación interna y externa por medio de la cual el individuo aprenda gradualmente a ser responsable de su propia realidad y a recrearla de modo que pueda ver reflejada en ella y consolidados los impulsos creativos novedosos que emergen desde lo profundo del Alma. Estos nuevos impulsos están vinculados directamente con el nuevo propósito de la vida individual. Además, el proceso llevará al nativo a examinar las bases y porqués de la forma cómo ha venido ayudando y entregándose a los demás, siendo necesario también una comprensión de tipo fundamental en cuanto a su necesidad persona1 de recibir amor y atención por parte de otros y de ser considerado importante y especial. Con estas dos lecciones básicas combinadas, podrá entonces experimentar y recibir la manifestación y realización de cada necesidad, como condiciones de su autocentralización. En general, este proceso va a promover una renovación de la creatividad personal, con profundas oleadas internas de inspiración creadora, sentimientos y deseos que impactarán la comprensión consciente del nativo, impulsándole a tomar la responsabilidad de su propio destino y su realidad individual. En consecuencia, se recreará esta misma realidad, a fin de dar paso y expresión a estas nuevas oleadas de creatividad, con lo cual será reformulado el propósito mismo de la existencia. Este puede ser entonces un tiempo durante el cual pueden despertar y desarrollarse muchas capacidades latentes. Durante este período, muchos individuos van a tornarse necesariamente y a parecer más autocentrados que nunca, sumergidos en sí mismos, mientras que en otros casos será preciso el rompimiento o eliminación de un determinado enfoque autocentrado para dar paso a la expresión de los nuevos impulsos. En cualquier caso, la clave estará en permitirse a uno mismo el movimiento necesario hacia estos nuevos impulsos en el momento de su manifestación, incluso si estos requieren dejar a un lado creencias o ideas preconcebidas con las que se había venido identificando el sujeto como un propósito o una orientación en su existencia hasta este momento. Este impulso evolutivo interno va a reflejarse también en las situaciones y circunstancias externas del individuo, cuya naturaleza dependerá del contexto concreto de su realidad interna. Por ejemplo, esto se puede manifestar de forma muy diversa en el momento de tener un hijo. Para algunos, estas circunstancias estarían vinculadas con un reflejo de su creatividad individual, un dar y recibir, un propósito que se ha reformulado en su vida, cuya manifestación puede expresarse ahora a través de este hijo. Un proceso de autocentralización puede advenir, a través de un mayor enfoque en este sentido. Mientras que para otros, el tener un hijo servirá como un medio para transformar o eliminar una excesiva autocentralización, o un comportamiento u orientación de tipo narcisista. En unos casos, el embarazo puede llegar a través de un amorío o una relación extramarital, o bien sin tener un deseo consciente del mismo. Ahora bien, en todos los casos va a existir una conexión kármica con el bebé y una implicación a este nivel, tanto del padre como de la madre. Cuando Plutón inicia su tránsito a través de la Casa V o cuando está transitando sobre el Sol natal o progresado hacia el mismo, o bien se sitúa en la Casa V de una revolución solar, o hay una progresión del Sol hacia Plutón, acontece generalmente un aumento de la fertilidad. Por otra parte, durante este período, el nativo podrá experimentar a veces confrontaciones emocionales y dificultades en relación con sus hijos. Así como el nativo necesita desarrollar Y realizar un nuevo propósito creativo e identificarse con éste a fin de tomar la responsabilidad de su propio destino, así también sus hijos empezarán a manifestarse en este sentido. Esta dinámica puede dar lugar a un desafío o poner a prueba las voluntades de todos los involucrados y, si esto llega a ocurrir reflejará ante todo una situación en la cual el nativo ha venido tratando de moldear a su propia imagen la identidad de sus hijos. Al empezar ellos a afirmar sus propias voluntades, van a enfrentarse directamente a los deseos del sujeto para seguir los suyos propios, y esta confrontación promoverá la necesidad evolutiva del individuo de conocer las bases de su actitud hacia sus hijos, de cómo los percibe y qué les da. A través de este conflicto de voluntades se puede lograr una posición objetiva bajo la cual el nativo reformulará la imagen que tiene de sus hijos, para reflejar mejor las necesidades actuales de ellos y su verdadera individualidad inherente. Al hacerlo así, podrá darles lo que ellos realmente necesitan. Este proceso le permitirá reflejarse también a sí mismo a través de una redefinición creativa que involucre los diversos cambios, ajustes y reorientaciones exigidas por las nuevas circunstancias individuales. Durante este período evolutivo, el sujeto puede sentirse atraído hacia otros, posiblemente en términos amorosos especialmente cuando se trata de una persona que se siente poco amada, insatisfecha o insuficientemente reconocida dentro de las condiciones existentes en su vida. Debido al profundo apremio que experimenta por ser más creativo y tomar responsabilidad sobre su destino, apremio que está originado en su propia Alma, el nativo puede vivir una atracción de tipo subconsciente hacia aquellos que le ayudan a satisfacer y dar expansión a estas necesidades. Un amorío puede llenar su necesidad de reconocimiento y de ser considerado como alguien especial e importante. Durante un tiempo, la atracción será intensa y encantadora. Las personas que entran en relación con el sujeto serán muy magnéticas y fuerte, mientras que habrá quienes perciben en él cualidades análogas. Algunos encuentros serán breves, pero intensos. Otros serán duraderos evolucionando hacia una vida de pareja. Si el nativo se encuentra ya dentro de una relación, este proceso puede llegar a ser una amenaza para la misma. Algunos llegarán a sentirse totalmente confusos y divididos, ya que estarán a la vez enamorados de su pareja y de la nueva persona que aparece. De nuevo, la base de esta situación radica en el hecho de que el nativo no estaba viviendo la relación existente con suficiente amor, atención o reconocimiento. Pero también hay casos en que éste ha experimentado una represión o negación de sus nuevos propósitos y necesidades creativas por parte de su pareja. Tal situación va a "sentar las bases" para llegar a sentirse atraído hacia otra persona que llenará estas necesidades, y será preciso que su anterior pareja transforme su propia orientación emotiva alentando al nativo y permitiéndole realizar su propósito nuevo, o de lo contrario casi seguramente terminará la relación durante este período. Si esto llegara a ocurrir estaría reflejando la necesidad de tomar la responsabilidad del destino personal, recreándolo y dando cabida con ello a los nuevos impulsos creativos emergentes desde las profundidades de la propia Alma. Los problemas de índole fisiológico que pueden acontecer durante este lapso estarán centrados en el corazón y la circulación sanguínea, disminución de la vitalidad y energía, fluctuaciones notables en los niveles energéticos a causa del stress, forúnculos, tumores, abscesos y problemas relativos al chakra frontal (Ajna o "tercer ojo"). En resumen, este proceso va a promover una nueva formulación del propósito en la vida individual. Nuevas dimensiones de posibilidades y capacidades van a surgir desde lo profundo del Alma. Al tomar la responsabilidad de su propio destino, el sujeto va a recrear su propio ser de alguna forma, en cuanto pueda realizar los apremios creativos internos, unidos a la reacción de su entorno en cuanto los primeros se vayan manifestando. A veces será indispensable eliminar ideas y creencias preconcebidas acerca del objetivo de la propia vida. En caso de que el nativo se obstine en adaptarse a este nuevo orden, su gradual desarrollo quedará entonces sojuzgado y bloqueado al igual que su expansión creativa. En lugar de experimentar un renacimiento de su creatividad, el individuo se verá abocado a una decadencia de la misma. PLUTÓN EN TRÁNSITO POR LA CASA VI El tema arquetípico en este proceso evolutivo consiste en inducir al sujeto a un período de perfeccionamiento individual. Esta necesidad se manifiesta bajo la forma de un profundo auto análisis por medio del cual el individuo examina mentalmente y pasa revista a sus componentes y dinámicas internas que necesitan ser ajustadas, transformadas o eliminadas sin reservas. De esta forma se vivirá un lapso de tiempo durante el cual el ser será objeto de intensa autocrítica. Es, pues, un tiempo de limpieza, purificación y curación del Alma y el cuerpo físico, aunque en un comienzo, sus condiciones pueden empeorar, antes que mejorar. Un sentimiento profundo de imperfección, impureza, inadecuación y negatividad en general acerca de uno mismo va a reflejarse en el entorno inmediato, de modo que la persona llegue a percibir las condiciones externas de modo muy semejante a como percibe las de su interior. Desde luego, esta proyección funcionará también desde fuera hacia el individuo como contrapartida. Al experimentar una crítica interna y externa, junto con sentimientos de carencia, inadecuación e imperfección, va a inducir en el nativo una serie de dudas bastante profundas, las cuales van a ser una experiencia necesaria que impulsará al nativo a cambiar y ajustar esquemas internos y de su entorno para dar paso a nuevas ideas, pensamientos, sentimientos y necesidades, todos ellos manifestados ahora desde lo más profundo de su ser. Durante este proceso es frecuente verse abocado y envuelto en crisis internas y externas. Las primeras se derivan de la necesidad que se tiene en el sentido de eliminar ideas preconcebidas, actitudes, creencias y esquemas mentales de todo tipo. Esta necesidad de cambio va a impactar toda la estructura emocional, física e intelectual del sujeto, pudiendo llegar a socavar o amenazar el sentimiento de seguridad y estabilidad individual. Hasta ahora, el nativo ha venido manteniendo determinadas actitudes hacia su trabajo, su cuerpo físico y su estructura mental acerca de la realidad interna y externa. Aquí estamos tratando ahora con el aspecto mercuriano inherente al Signo de Virgo y a la Casa VI. Así como el contexto mercuriano en Géminis requería recoger una variedad de datos, a fin de hacer conexiones lógicas que ordenen empíricamente el entorno físico, al Signo de Virgo le corresponde comparar y analizar dicha información, creando para ello un sistema de clasificación. El enfoque se realiza aquí sobre los hechos detallados y la forma como cada uno de ellos conecta con el siguiente. Al realizar estas conexiones mentales se va creando una imagen figurativa global sobre la naturaleza de la realidad. Está claro que los hechos particulares y la información que el individuo selecciona o enfoca van a condicionar o a limitar la forma como esta persona percibe la configuración total de la realidad. La selección realizada está influenciada por el desarrollo y condición evolutiva personal, y la crisis gira en torno a la necesidad de reorientar el enfoque mental y emocional, con el objeto de introducir nuevos conocimientos e información. Las antiguas actitudes y esquemas mentales sobre aquello que constituía la realidad van a romperse ahora y no servirán ya más. Una profunda limpieza de mente, cuerpo y Alma va a acontecer durante este lapso, debido a la purificación de actitudes mentales ya caducas que se han convertido en verdaderas barreras para el crecimiento gradual. El nativo experimentará entonces una profunda duda interior fundamentada en las limitaciones y la inadecuación de tales ideas preconcebidas, duda que le inducirá a un autoanálisis que promoverá su vez todo un examen mental acerca de las necesidades que requieren ser cambiadas o eliminadas, así como una comprensión acerca de las deficiencias de tales ideas y esquemas mentales y de la nueva información, actitudes y orientaciones que deberán ser halladas tanto en la realidad interna como en la exterior. En efecto, el pasado y el futuro entran en choque ahora en cada momento de la experiencia individual. La colisión de ambos induce a la crisis debido a la resistencia inherente de Plutón, la cual se va a manifestar como una tensión mental que a la vez producirá ansiedad, nerviosismo e irritabilidad, con otras consecuencias secundarias sobre el plano fisiológico. En cuanto a lo exterior, el individuo puede experimentar confrontaciones con otras personas que se muestren críticas hacia él, basadas en aquellas cosas que ellos perciben como equivocadas en el sujeto. El ambiente de trabajo puede tornarse también conflictivo, ya que pueden surgir deseos internos en el nativo para cambiar la naturaleza o el nivel de su trabajo o la orientación del mismo, sintiendo que no se le compensa debidamente por la cantidad de trabajo efectuado. El propio trabajo puede ser vivido como algo sofocante y limitante de cara al crecimiento gradual. Empleadores y empleados pueden entrar en conflicto y habrá algunos que pierdan su trabajo durante este período como parte de la indispensable retribución kármica o como una forma de apoyar los necesarios cambios. La estrategia recomendada será la de aceptar la crítica externa y reflexionar sobre ella sin ponerse a la defensiva, colérico, iracundo o amargado a causa de ella. El punto es que el entorno exterior es como un reflejo del plano interno y estos mensajes son claves necesarias, indicadoras del enfoque que debe adoptar el nativo. Así, este proceso va a promover una limpieza positiva e indispensable de mente, cuerpo y Alma. Si el individuo experimenta una necesidad interna de cambiar de trabajo, será importante crear las bases que le permitan una transición gradual entre el pasado y el futuro. La persona puede asegurarse otro trabajo antes de dejar el que ya tiene, o puede conseguir una capacitación nueva o adicional mientras mantiene el empleo ya existente. Si la persona experimenta problemas de orden físico, puede ser aconsejable un cambio en los hábitos de nutrición y alimentación. Ya que se trata de un período de limpieza una buena opción estará en grandes cantidades de líquidos y vegetales crudos, frutas, cereales y yogures, eliminando las formas refinadas o artificiales de azúcar. También serán beneficiosos el yoga, los masajes y baños calientes. Así como las antiguas actitudes mentales van siendo eliminadas del Almas, así ocurre también con las antiguas dolencias corporales que se han llevado por muchos años. Como un proceso natural en el curso de este período, la tensión mental va a crear el mecanismo que dará paso a algunas dolencias físicas. Los problemas físicos característicos de esta etapa se manifiestan a través de desequilibrios de origen genético que han estado latentes, o problemas de irritabilidad que ahora van a verse intensificados. También puede haber dolencias asociadas con el páncreas (producción de enzimas e insulina), intestino, colon, hígado, espina dorsal (pérdida o deficiencia del necesario fluido), sistema nervioso y sentido auditivo, como también problemas asociados con el chakra tiroidea. En términos generales, este proceso representa una etapa de perfeccionamiento personal a la luz de un autoexamen de las antiguas actitudes mentales y de los esquemas que necesitan ser cambiados o eliminados. Como

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