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jueves, 15 de marzo de 2018
El niño Tauro-El jefe Tauro- El empleado Tauro
El niño Tauro
De nada servirá que bajen la cabeza,
diciendo... Ven, cariño... “;
si a mi me gusta esa persona,
iré, y si no, me quedaré aquí...
Es posible que empieces a tomar conciencie de que tu bebé recién nacido es un Toro cuando intentes vestirlo para salir con él del hospital. “Mete los bracitos en el suéter que te ha hecho la abuelita -murmurarás con ternura maternal-. ¿Por qué cierras así los puñitos y pones los brazos tan rígidos? A ver, que niño tan bueno. Vamos, a ver”.
“Déjame a mí -dice tu marido-. Bueno, vamos ahora, hijo. A ver, esos brazos en las mangas. Es fácil. ¡Eh! ¿Me has oído, Charlie? Vamos, mueve los brazos. ¡Muévelos!”
Interviene la enfermera.
No se enfaden -dice-, que siempre es difícil vestirlos cuando son pequeños. Oh, que bebé tan bueno. Bien despierto, pero sin llorar ni nada”.
“Sí, es tranquilo -asiente el papá-. Pero sigue con los brazos cruzados sobre el pecho y no se los puedo separar. Es tan fuerte que me cuesta movérselos”.
“Creo que no quiere que le pongamos el suéter, señalas tú, con un vacilante germen de intuición maternal.
La enfermera se aproxima al Torito con eficiencia profesional.
“Déjeme a mi. Vamos, muñequito, así... en la manga. El puño primero, así es como se hace”.
Y obliga al bracito a pasar por la bocamanga. De pronto, la carita del Toro se pone de un intenso color rojo-purpúreo-azulado, y se oye un lamento que hace que todas las enfermeras del piso acudan corriendo a la habitación. (Aunque mas que un lamento es un rugido. Un interno que estaba en el pasillo pensó que en el sótano había estallado la caldera.) Tu bebé Tauro anuncia así que no le gusta que le fuercen. Es una advertencia, y se repetirá.
Es el mismo ruido que oirán los vecinos cada vez que trates de obligar a tu hijo nacido en mayo a que haga algo que él no quiere. Habrá montones de problemitas, como tratar de llenar de copos de avena una boca que parece cerrada con cola, meter una férrea piernecita en un par de bragas de goma o intentar sumergir en la bañera un cuerpecito rosado y regordete que de pronto parece haberse vuelto de cemento. Perderás muchos kilos y llegarás a tener un gran dominio muscular. Las madres de niños Tauro tienen siempre músculos como Popeye, aunque su aspecto suela ser tan frágil como el de Olivia.
Aparte ser lisa y llanamente cabezas duras, los bebés Tauro son una delicia para criarlos. Los padres de niñas y varones nacidos bajo este signo comprobarán que sus hijos son mimosos y tiernos. Con su rizo en la frente, el Torito se te subirá de un salto a las rodillas para que le beses, y te dejará sin aliento con sus abrazos de oso. A tus amigos, si confía en ellos, los tratará con el mismo afecto. La pequeña Tauro hará gestos de coquetería desde su sillita alta para que le sirvan una ración más de postre. Probablemente, será la nenita de papá, a quien se le hará difícil resistirse al límpido encanto de su hija... tan difícil como se le hace a mamá acorazarse contra la tranquila dulzura de su hijito Tauro. Los niños de uno u otro sexo serán sanos y fuertes, con inclinación por el atletismo. Los varones serán bien varones, a veces la piel de Judas, alegres, fuertes y decididos. Las niñitas muy femeninas, de las que cuidan como una madre de sus muñecas, mantienen todo limpio y juegan a ser el ama de casa. A algunas les gustan los juegos de varones, y con ellos las encontrarás, trepándose a los árboles o jugando a las canicas; pero esencialmente, cuentan con todos los encantos de la feminidad para recurrir a ellos cuando quieran. Y son muchas las veces que quieren.
Ya de pequeñitos, los niños Tauro parecen, en general, más competentes que otros chicos. Para empezar, son emocionalmente estables y rara vez sufren accesos de depresión, momentos de impulsividad o tendencias exhibicionistas. Pueden ser rechazantes y obstinados, a veces mostrarse tímidos, pero en ellos no son comunes las alteraciones y dolores normales del crecimiento. La disposición de Tauro es normalmente serena y placentera. No se inquietan ni molestan fácilmente. Salvo cuando se rebelan porque se les exige demasiado, son personas tranquilas, alegres y nada imprevisibles. En ellos hay una madurez de la que carecen los niños nacidos bajo otros signos solares (excepción hecha de Capricornio y de Escorpio). Incluso los Toritos muy pequeños suelen portarse muy bien cuando hay extraños, pero si les obligas a convertirse en centro de la atención se quedarán como si el gato les hubiera comido la lengua. Déjalos que jueguen en paz en un rincón, y lo mas probable es que las visitas se queden impresionadas por lo bien educados que están.
Un niño Tauro se ocupa tranquilamente de sus cosas, y cuando sea mayorcito, será raro que te incomode con actitudes groseras y de petulancia. Sin embargo, si pones a prueba su buen genio fastidiándole (eso no lo soporta), presionándole o exigiéndole que haga algo que él está decidido a no hacer, puede volverse belicoso. La única manera de afrontar ese desafío es el amor, jamás la fuerza. Un niño Tauro a quien los mayores hayan forzado demasiado puede convertirse en un adulto callado, sombrío y cruel. Recuerda que para el Toro es imposible mantener su obstinación ante las demostraciones físicas de afecto. Un abrazo afectuoso, un beso grande y amistoso y una alegre sonrisa le inducirán a salir de su obstinación. Háblale siempre con suavidad y con 1ógica. Los gritos y las órdenes formuladas con aspereza só1o conseguirán que cierre los ojos y se tape los oídos. Es capaz de resistirse a la disciplina y a las órdenes hasta el día del juicio, pero al afecto, ni un minuto.
Aunque sea aún muy pequeño, estará lleno de sentido común. Si algo le parece razonable, lo hará, pero quiere una explicación práctica. Nada complicado: simplemente la verdad, sinceramente y sin barnices. Con decirle “Tienes que ir a acostarte ahora porque yo lo digo” no irás a ninguna parte. Para él, eso no es sensato ni razonable. En cambio, es probable que darle suavemente una explicación como “Ahora tienes que irte a la cama porque ya vamos a apagar las luces, y si no te acuestas, mañana no podrás salir a jugar porque estarás demasiado cansado” le decida a meterse entre las sábanas y disponerse a dormir. También puedes decirle: “Ahora métete en la cama calentita, con las sábanas limpitas y planchadas, que yo te arroparé con tu manta, tan suave, y te leeré un cuento. Por testarudo que se haya mostrado hasta ese momento, es casi seguro que estas palabras le convertirán en un ángel de docilidad. Como es de naturaleza muy sensual, es raro que la descripción de sensaciones no le haga vibrar una cuerda sensible. Forzarle para que haga lo que se le pide, en cambio, es tan inútil como peligroso para su personalidad futura.
Los colores y los sonidos también afectarán profundamente a su disposición y sus emociones. Adornar su habitación con colores rojos y naranjas vivos y detonantes le pondrá inquieto y obstinado. Los tonos pastel, sobre todo los rosados y todos los tonos de azul, tendrán en él efectos casi mágicos. Son niños que reaccionan visiblemente a los colores. Si estos armonizan con las vibraciones propias de su signo, se mantendrán tranquilos, si son discordantes pueden, sin exageración, lesionar su estabilidad emocional. El mismo efecto tendrán los ruidos fuertes y destemplados.
Es buena idea dar a los niños Tauro, tan pronto como sea posible, lecciones de canto o de música. Casi todos tendrán voz grave, suave y melodiosa, y muchos de ellos mostrarán considerable talento musical o vocal, que preferiblemente habrá que descubrir cuando es aún lo bastante pequeño para encauzarlo bien. Aunque no vaya a hacer de la música su profesión, a Tauro le dará placer escuchar sus propios discos en su habitación. Es posible que prefiera los clásicos a los modernos o a las canciones infantiles. Tal vez le guste dibujar y pintar, y hay buenas probabilidades de que tenga alguna verdadera habilidad artística. Asegúrate de que a tu Torito no le falten papeles y lápices de colores, que son su forma de expresión favorita.
Generalmente, los maestros encuentran que el niño Tauro es uno de los más trabajadores de la clase. A menos que haya posiciones planetarias desfavorables en su carta, los niños Tauro serán trabajadores en la escuela, aprenderán metódicamente sus lecciones y tendrán una notable capacidad de concentración. Aunque no sean estudiantes modelo como los Aries, Géminis o Acuario, tampoco son lerdos ni les dará probablemente por arrojar bolitas de papel mascado en la clase, aunque tal vez se rían si la maestra se da un pellizco en un dedo con el sacapuntas. El niño Tauro es muy obediente por lo general. Su mente trabaja en forma algo lenta, pero jamás se olvida de lo que aprendió, una vez que ha retenido un hecho o una fecha. Son chicos que por lo general superan bien los exámenes, porque se preparan escrupulosamente para ellos. Suelen ser elegidos como líderes para las actividades de grupo, debido a su respeto por el juego limpio, y también a su evidente sentido común y buen juicio.
Es posible que la obstinación de su hijo haga pasar algunos malos ratos a los padres de un niño Tauro, pero no serán muchos ni muy frecuentes. La madre de un Torito que conozco llevó un día a su hijo a la escuela y se arrepintió de no haberse quedado en casa tranquilamente. El niñito había ofendido a su maestra, declarando que lo que ella decía estaba mal. Por supuesto, el autor del libro de texto también estaba equivocado. Al otro día, su madre le llevó hasta el escritorio de la maestra, ordenándole con firmeza: “Pídele disculpas a la señorita, Sammy”. Eso fue más o menos a las nueve de la mañana. A mediodía, en el despacho del director, se oyó a la madre que repetía débilmente: “Pídele disculpas a la señorita, Sammy”. A última hora, cuando ya los alumnos se habían ido, el portero estaba recogiendo los cestos de papeles. Al pasar por el despacho oyó una voz extraña, lejana, temblorosa, casi espectral que hablaba dentro del santuario. “Pídele disculpas a la señorita, Sammy -decía-. Por última vez, pídeselas”. A través de la puerta se oía el ruido hueco de la palmeta. Y silencio. Al día siguiente, el Torito volvía a ocupar su banco. Había sido más fuerte que la madre, la maestra y el director. Jamás se disculpó, pero hizo honor a su signo.
Una vez te hayas resignado al hecho de que nada, a no ser una grúa, podrá mover a tu hijo Tauro cuando haya clavado las pezuñas en la tierra, te sentirás feliz viéndole crecer. Es posible que su ropa absorba toneladas de polvo mientras juega con sus camiones y tractores, y te advierto que, no importa con que frecuencia se lo laves, el pelo de un varoncito Tauro huele siempre como un nido mojado, pero no es niño que pierda el boletín de calificaciones ni las canicas. Tampoco, cuando sea mayor, terminará enroscándose en un poste de teléfono con el coche de papá, por conducir demasiado deprisa. Es posible que entre a saco en la nevera y termine con el pollo frío que reservabas para la cena, o que no sea nada cuidadoso con los muebles. Pero te hará mucho bien al corazón cuando sea grande Y no se olvidará de tu cumpleaños. También tu niñita Tauro se desgarrará su ropa de domingo trepando a un árbol, o se pondrá hecha una furia si alguien le rompe una de sus preciosas posesiones. Pero te ayudará a hacer las tareas de la cocina, y siempre serás bien acogida en su hogar cuando ella esté felizmente instalada con su familia. Y de los dos tendrás probablemente nietos bien educados.
Cría a tu torito o a tu ternerita en una atmósfera de amor hogareña y cálida. Rodéalo de evidente afecto, no de una invisible alambrada de púas. No le tironees demasiado los cuernos y déjale pastar con el ritmo que él quiera. Llénale los oídos de música y los ojos de belleza, y algún día él te llenará el corazón de paz. Y hasta “la señorita” le perdonará.
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El jefe Tauro
¡Cómo dan órdenes esas criaturas
y le hacen a uno repetir las lecciones!
Otra vez les mandé decir
que lo mejor sería obedecer.
¿Dices que tienes uno de esos jefes Tauro que son un encanto, nunca fastidioso ni rezongón, y que no necesitas ningún consejo ni advertencia para saber cómo conducirte con ese ser tan complaciente, encantador y dócil? ¿Así que lo tienes exactamente donde quieres... en la palma de la mano? Bueno, pues ciertamente que estás aprendiendo a conocer los signos solares a tiempo para evitar un desastre. Antes de que sea demasiado tarde, mejor que te aprendas de memoria la única regla básica para el trato con un ejecutivo Tauro: No agotes su paciencia.
Es una regla más rígida de lo que parece. Si es el típico jefe Tauro, tiene una paciencia tan enorme que es una gran tentación ponerla a prueba. Su manera de ser es tan pacífica, su disposición tan equilibrada, que no será raro que para tus adentros lo consideres una especie de viejo oso bonachón, y que empieces a tratarle como a un oso informal y simpático, un poco testarudo tal vez, pero bondadoso y completamente inofensivo. Te acordarás del final feliz del cuento de Ricitos de Oro y bajarás la guardia, y eso es exactamente lo que no tienes que hacer. Eso puede ser el principio del fin.
Sí, ya se que Ricitos de Oro se comió los copos de avena de Papa Oso, se sentó en su sillón y durmió la siesta en su cama, y le salió todo bien. Pero los osos no son toros; no te confundas de animal. Aunque en la jerga de la bolsa norteamericana se usen ambos términos para designar oscilaciones en la cotización de acciones, eso no quiere decir que sean válidos en la oficina. Los osos viven en el bosque y suelen arrojarse sobre la miel. Los toros viven en el campo y suelen atacar a la gente que les molesta. Un oso puede estrujar a un extraño con ánimo de diversión, pero sin intención de dañarlo; son juguetones. Los toros pueden arrasar con los entrometidos y hacer pedazos el armario de la porcelana, presas de una furia ciega, y a propósito. Son peligrosos. Y terminemos con la lección de zoología.
Por hoy, estás a salvo, pero ¿quién sabe lo que puede traer mañana? Tal vez te veas súbitamente lamentando haber puesto demasiado a prueba la paciencia de tu jefe Tauro. Es posible que desees no haber abusado tan confiadamente de su buena disposición. No es difícil ver cómo tomaste por mal camino. Les sucede siempre a los que trabajan con ejecutivos Tauro. El Toro es tan dulce y comprensivo cuando le entregas una carta mal mecanografiada que tal vez no te preocupes después por mejorar tu ortografía. Es tan considerado cuando se te embarullan las cifras del informe semestral que es posible que te descuides un poco con los aspectos matemáticos de otros papeles.
Como no vocifera ni te mira echando chispas cuando te tomas media hora extra para el almuerzo, quizá la semana próxima trates de tomarte una hora y vayas luego alargando la cosa hasta llegar a dos. Es tan fácil entrar en el paraíso de los tontos. Si te has permitido el lujo de entregarte a la holgazanería, bajo el hechizo de la personalidad campechana y los modales tranquilos de tu jefe Tauro, lo mejor es que te pongas sobre el escritorio uno de esos carteles, como los que usan en el campo, que anuncian “Cuidado con el toro. Es posible que muy pronto te salve la vida, o el puesto de trabajo por lo menos, y hay veces que ambas cosas son más o menos sinónimas. No creo que puedas decirle al propietario de tu casa: “Siento haberme atrasado tres meses con el alquiler, pero es que todavía no he encontrado trabajo. Del último que tuve me despidieron sin preaviso, porque fíjese que tenía un jefe nacido en mayo, y la influencia de Venus hizo que no entendiera bien el temperamento taurino. Fue Venus, realmente, la que me despistó”.
Si encuentras un propietario que después de semejante explicación no te ponga inmediatamente de patitas en la calle, entonces tú vives en el país de Oz.
Es mucho más fácil que pongas en práctica desde el comienzo tu conocimiento de los signos solares. La razón de que tu jefe se mostrara tan tranquilo y simpático cuando mecanografiaste esa carta, cuando te equivocaste en el informe y te demoraste tanto a la hora de almorzar no es que sea un oso bonachón que se deja llevar por delante, ni que su timidez le impida expresar sus deseos o ejercer su autoridad. Francamente, creyó que no tenía sentido hacerte pasar un mal rato formando un gran escándalo por unos pocos errores. Calculó que tendrías el suficiente sentido común (no te olvides de esta frase) para no repetirte como un disco rayado. Decidió observarte pacientemente para ver si tu espíritu práctico te alcanzaba para enmendar por ti mismo los errores del pasado. ¡Ahí está la cosa! Su paciencia estaba cuidadosamente calculada en función de un propósito definido: ponerte a prueba y darte una oportunidad de demostrar tu amor propio. Él admira a la gente que es capaz de disciplinarse sola. Si él se hizo por su propio esfuerzo, ¿por qué no has de hacer lo mismo tú? Está dispuesto a darte la oportunidad.
Tauro está decidido a ser justo con todo el mundo. No se apresura a juzgar, no espera milagros de la noche a la mañana, no se molestará porque te lleve algún tiempo adaptarte a sus métodos y a sus procedimientos establecidos. Te dará oportunidad de que encuentres tu camino, y más de una vez se hará el distraído si ve que tropiezas. Pero no te confundas ingenuamente respecto de su objetivo final. El Toro quiere que las cosas se hagan a su manera, que -concebiblemente- puede ser la forma en que se hacían las cosas cuando Sloan inventó el linimento, pero para él es un método válido, probado y ensayado. Además, ¡todavía sigue curando! Mientras sus métodos sigan dando resultados, Tauro se mantendrá fiel a ellos, y está dispuesto a gastar gran parte de su enorme reserva de paciencia para encontrar empleados que se adapten a su molde. Sin embargo, si has llevado su paciencia demasiado lejos, primero se fastidiará, después bufará de enojo y finalmente gritará: “Está despedido” con toda la fuerza de sus pulmones (o por lo menos eso parecerá, tanto será el énfasis que ponga). Tu única advertencia será, probablemente, que el día anterior no contestó a tu alegre y desprevenido “Buenos días”. Y no te hagas la menor ilusión de que vaya a cambiar de opinión si ha decidido ponerte en la calle. Una vez que está tomada, no hay nada que modifique la decisión de Tauro. Es posible que te de una generosa indemnización, porque no quiere que ese propietario sin corazón te ponga a dormir en la nieve con tu abuela enferma y los doce chicos. Pero no te dará ni una oportunidad más, una vez que esté firmemente convencido de que tú no eres más que un peso muerto para esa empresa que a él le importa apenas un ápice menos de lo que le importa su mujer. No es que no sea bondadoso. Si piensas eso, te falla la memoria. Recuerda, mientras lees los anuncios clasificados en busca de un trabajo nuevo, lo bondadoso que fue durante todos esos meses en que tú te dedicaste a aprovecharte minuciosamente de la fe que él tenía en ti.
El jefe Tauro es un alma práctica de cabo a rabo. Aunque necesita saber que su negocio le permite expresar de manera creativa lo que hay de bello en su naturaleza, su necesidad de éxito material es mayor aún. Los hombres Tauro no se contentarán con una pequeña expansión. Sin cambios espectaculares que arrasen con todo, ira progresando paso a paso. Construirá lentamente, sin fuegos artificiales ni trompetas, pero construirá. Todo lo que empieza, lo sigue y lo termina, y de ti esperará que hagas lo mismo.
No intentes demasiados atajos, porque él quiere hechos concretos, no fantasías. Un jefe Tauro no tendrá más paciencia con el arte de dorar la píldora que un ejecutivo Capricornio. Una de sus frases favoritas, pero dicha sin rencor ni sarcasmo, será: “Vamos al grano”. Si para explicarle una idea te vas por las ramas, se pondrá nervioso, aunque por fuera mantenga su calma.
Te sentirás frustrado cuando se niegue a hacer un ínfimo hueco para tus proyectos más fascinantes, o cuando no quiera dejarte probar ese nuevo sistema que leíste en Fortune (o que le copiaste a tu cuñado, que en publicidad es un genio). Claro que a veces se equivoca por no querer escuchar ideas progresistas, y tú hincharás las plumas cuando finalmente, otra empresa las ponga por primera vez a prueba con todo éxito. Pero a la larga, cuando se saquen las cuentas finales, es posible que él tenga razón. ¿Y si ese nuevo adminículo que el rechazó tan inflexiblemente diciendo que era “el aborto microcéfalo de un delirio esquizofrénico” tropieza con algún obstáculo y la empresa que se adelantó a todas las demás como un cohete con el invento quiebra repentinamente porque le salió el tiro por la culata? Entonces se te borrará la sonrisa de suficiencia, después te sentirás tonto y finalmente mirarás con respeto a ese jefe un poco gruñón y bastante obstinado, pero bondadoso y comprensivo, que tiene una cabeza tan práctica sobre esos hombros cuadrados y recios.
Generalmente, los ejecutivos Tauro prefieren el fútbol al béisbol y la paz a las discusiones ruidosas. El Toro procurará siempre evitar las escenas emocionales con su tranquilo sentido común. Recuerda que el sentido común es lo que mejor le define, pero no significa que le falte imaginación o que no aprecie los aspectos más sutiles de la vida. Ten la seguridad de que tendrás éxito con él si escoges un buen perfume y usas barniz rosado para las uñas (siempre que seas una chica, claro). Le encantan los olores agradables y los tonos pastel. También le gustará que de vez en cuando le lleves un bote de vichyssoise casera, de la que prepara tu madre... pero será mejor que la llames sopa de patatas. Los títulos y los nombres raros sirven más bien para inquietar al Toro que para impresionarle. En cuanto a los hombres que trabajan para un jefe de este signo, mas vale que usen corbatas azules, serias, zapatos nada estrambóticos, y que mantengan los pies en el suelo y no encima del escritorio.
Es posible que, una vez por semana como mínimo, te irrite la actitud terca y obstinada del Toro, pero recuerda que demuestra la misma obstinaci6n en su lealtad hacia la gente que nunca le falla. Si tú eres uno de ellos, no tendrás que temer los aspectos peligrosos de Tauro. Si no le sacuden con demasiada frecuencia ante los ojos la bandera roja del desafío, es realmente un encanto. Coge tu algunos ladrillos y ayúdale a levantar su imperio, que si te lo mereces se alegrará mucho de compartirlo contigo. La promoción es cosa que él entiende; la ficción de trabajo no. El viejo oso bonachón espera que tú te hagas cargo de ti mismo, pero siempre te tenderá la mano si la carga se te hace pesada. Tauro es fuerte y se puede confiar en él. Lo que dice es lo que quiere decir, y además lo dice en serio; con él no hace falta intérprete. Si te dice que eres un zopenco, retírate a toda prisa, calladito y sin discutirle. Si te dice que lo estás haciendo bastante bien, realmente tienes el trabajo seguro. Eso quiere decir que has aprobado su examen de lealtad, sinceridad, capacidad y posibilidades. Conviértete en el primero de la clase, que ya estás en el cuadro de honor. ¡Enhorabuena! Si no dejas que te hinche el orgullo, tienes ante ti un futuro muy prometedor.
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El empleado Tauro
Bueno, nunca lo oí decir antes...
pero me suena a un excepcional disparate.
Ante todo, espero que no haya puesto a su empleado Tauro a trabajar como vendedor. Si lo hizo, hágale hacer su horóscopo tan pronto como pueda. Si tiene algunos planetas en Géminis, Aries, Leo o Piscis, entonces puede dejar con toda tranquilidad que siga vendiendo sus mercancías. Si no es así, tanto usted como él estarían mejor si suavemente (sin presionarle, por favor) le va pasando a algún otro puesto dentro de la empresa.
Como promotor o como vendedor, es posible que no les produzca a sus clientes la mejor impresión. Al pronunciar su discurso frente a un posible comprador, su actitud normal será. “Si lo quiere, lléveselo, y si no, váyase. El empleado Tauro medio no monta rápidamente un espectáculo en beneficio de un posible comprador. Tampoco se distingue por su pico de oro ni por la abundancia de sus imaginativas descripciones, a menos que se pueda decir que “hum”, “aja”, “claro” y otros ruidos igualmente mascullados sean descripciones imaginativas. No es que no tenga muchas cualidades inapreciables. Las tiene, pero por lo general no son de las que entusiasman a la gente y la convencen de que firme en la línea de puntos. Es mucho más probable que el Toro les explique por que es mejor que no se metan en eso.
Sin embargo, la razón mas importante para que los nativos de Tauro rara vez salgan vendedores tiene que ver con su necesidad básica de seguridad. Si Tauro no tiene una sensación de seguridad en su trabajo, su posibilidad de éxito -que puede ser tremenda- se reducirá notablemente. Por más grande que pueda ser la posible remuneración, si no es estable, el empleado Tauro preferirá estar seguro de saber con cuantos billetes cuenta cada vez que cobra su salario. Contratar a un Toro a comisión exclusivamente es convertirlo en uno de los seres mas desdichados del mundo. Un salario fijo, mas un porcentaje por las ventas, podría darle mejor la sensación de estabilidad que necesita, pero aun así, el puesto de vendedor no es lo ideal para el Toro.
Claro que la regla tiene sus excepciones, además de las influencias planetarias ya mencionadas. La mayoría de los Tauro pueden arreglárselas bien en cierto tipo de ventas que son de suyo seguras y no exigen presionar al cliente, con productos só1idos y estables. Pero la lista es corta. Equipos de granja, tractores, máquinas para esparcir abono, camiones, segadoras y cosas semejantes están en esta línea y el Toro puede venderlas. Habla el mismo idioma que la gente que las compra. Otro artículo con el que puede vérselas, de cualquier lado del mostrador que ocupe, es el dinero, y la venta de efectivo puede ser su especialidad. Dicho de otra manera, eso significa que para ponerle a cargo del departamento de préstamos, si el negocio de usted es la banca, es insuperable. Pero, a decir verdad, no se necesita gran poder de persuasión para convencer a un cliente insolvente de que lo que necesita es dinero.
Hay algunos otros ramos en los que el Toro puede distinguirse como vendedor, por ejemplo, el inmobiliario. Tauro se siente perfectamente cómodo llevando a los clientes a visitar casas o informándoles sobre el valor de la tierra. Les mostrará el paisaje, diciéndoles: “Vea”. Para pintarles las posibilidades de plantar y arbolar el parque, emitirá un extático: “Hum”.
Con unos cuantos gruñidos demostrará que la fontanería es excelente y los armarios empotrados amplios y capaces, y un firme carraspeo le servirá para establecer la forma de financiación. Por increíble que parezca, es probable que la respuesta del posible comprador de la casa sea: “Está bien, la compro”. A lo cual el Toro responderá: “De acuerdo, es suya”, o algo parecido. Lo que ha sucedido es que la impresión de honradez y confianza que emana de Tauro pesa mucho sobre la gente que quiere invertir su dinero en una casa. También está el campo de la educación. Tauro cree con tal fervor en los cimientos só1idos y en los hechos, y tiene tanta fe en que hay que prepararse para el futuro que eso, unido a su decidido disgusto hacia la ignorancia, hace que sea capaz de convencer a una muchacha de que siga un curso de mecánica en un instituto politécnico. Para él no es ninguna rareza que una chica estudie mecánica. Lo práctico es lo práctico, y el sexo no tiene nada que ver.
También está la posibilidad de que si tiene ascendente Géminis o a Marte en Géminis, Tauro se destaque como anunciador de radio o de televisión. Los típicos tonos musicales del habla del Toro, combinados con el encanto y la facundia de Géminis, pueden hacer que se encuentre a sus anchas en esos medios. También si al nacer tuvo planetas favorables en Aries, es concebible que la influencia de estos se combine con la del Sol en Tauro para darle excepcionales aptitudes para la publicidad o las relaciones publicas, aunque jamás llegue a ser un tipo de los que presionan. Y me temo que con esto quede cubierta el área de las ventas que puede abarcar él. En casi todas las demás áreas, si no tiene las influencias planetarias adecuadas, estará mucho mejor en cosas que estén mas de acuerdo con su naturaleza imperturbable.
Una de estas cosas es lo que en política se conoce como mantener unido al centro, y es una capacidad también muy valiosa en el mundo de los negocios. No importa cual sea el escritorio que le asignen: el Toro echará raíces tras él con la determinación de triunfar, y probablemente lo conseguirá. Trabajará lentamente y con la mira puesta en la perfección; y por lo general la alcanza, si se le deja en paz y no se le presiona demasiado.
Cuanta más responsabilidad exija de él el cargo, tanta más astucia demostrará usted al confiárselo. Difícilmente podrá contar con los servicios de un empleado mas honrado y digno de confianza. Tauro le ayudará a usted a engrandecer su compañía, en vez de buscar la expansión de su propio yo. Al Toro el éxito no se le sube a la cabeza, y su modestia será siempre la misma que cuando apenas empezaba.
Por más que le disgusten los cambios, si su empleado es un Tauro excepcional no seguirá con usted para siempre. Y no se irá por el gusto de irse, sino por una razón básica que es parte de su naturaleza. Una vez se haya engrandecido su compañía, Tauro no es hombre para quedarse allí y que usted le delegue el mando. A él le interesa mas el proceso de reunir poder y riqueza. Su libertad le gusta demasiado para atarse a las constantes manipulaciones que implica dirigir un negocio complicado, o para quedarse en un engranaje oculto. Es hombre de confianza y capaz de adhesión, pero quiere seguir en libertad para continuar construyendo, en vez de enredarse en detalles complicados. Cuando el crecimiento de su empresa ya no le ofrezca incentivos, el Toro seguirá el legendario impulso de cavar sus propios cimientos para erigir su propio imperio, grande o pequeño.
Ya sea excepcional o normal, un empleado Tauro es siempre un trabajador fuera de serie, y una de sus cualidades mas apreciables es su disposición a aceptar órdenes sin resentimiento.
Ello se explica por una razón muy simple: está íntimamente convencido de que la manera de llegar a ser un jefe capaz de dar órdenes es empezar por ser un subordinado que alegremente las acepta. La base de su respeto por la autoridad es que él sabe que, cuando llegue a ser ejecutivo, esperara que sus empleados sigan sus instrucciones. Y cuando llegue a jefe tendrá sus ideas y sus métodos, bien definidos y probablemente rígidos. De ahí que no le parezca nada raro ni desagradable que usted le insista en que se adapte a una pauta establecida mientras trabaje para usted. Por lo que a él se refiere, el encargado es usted.
Evidentemente, esa actitud es una ventaja, pero no se deje engañar por la buena disposición de Tauro ni su conformidad frente a sus superiores: no es fácil llevárselo por delante. El Toro tiene una especie de maquiavélico desapego hacia quienes creen que le están manipulando, que le permite hacerles frente con tacto y diplomacia sutiles. Pero si le mira de cerca, verá usted que tiene cierta expresión socarrona y mira de reojo mientras les sigue la corriente a esas personas agresivas que tratan de llevarlo por donde ellos quieren. Finalmente, el Toro se saldrá con la suya, y su éxito queda aún mas asegurado por su capacidad para esperar todo el tiempo que sea necesario para ganarles a los apresurados. Sin embargo, cuando se pisotean sus emociones personales o se hiere su profundo orgullo, es posible que su calma desaparezca, y sea sustituida por una obstinación infantil. Recuerde que cuando está irritado, Tauro es combustible y siempre capaz de terminar estallando en una tempestuosa exhibición de mal genio. No le durará mucho, y después de haber “cargado” de esa manera el Toro se refugiará en un silencio ominoso, pero si la causa de su reacción no se rectifica inmediatamente, se irá sin más trámites, sin una sola mirada atrás. Cuando Tauro sale por esa puerta, es que se va, y no regresará con docilidad para hacer un nuevo intento: la espalda ancha y cuadrada será lo último que vea usted de él, y nada de lo que usted diga o haga le convencerá de que reconsidere su decisión. Como es tan lento para decidirse, nunca tiene necesidad de mirar por segunda vez las cosas. La previsión de Tauro es tal que excluye la lamentación por errores pasados. Como su naturaleza es sensual y afectuosa, es fácil encontrar ex novias y amigas que le comenten tristemente a uno que, una vez que se despide, el Toro ya no vuelve a dar una segunda oportunidad. Tanto en el amor como en los negocios, es frecuente que la gente cometa el error de pensar que la paciencia de Tauro es eterna, simplemente porque tarda mucho en perderla.
En cuanto a la muchacha Tauro, como empleada es, generalmente, una verdadera joya. Si es representante típica del signo, hablará con voz tranquila y grave y su manera de ser resultará un sedante. Las mujeres Tauro suelen ser sensacionales como secretarias ejecutivas. En una emergencia, no pierden la cabeza; una situación de crisis pone en acción lo mejor que hay en ellas, que es mucho. Es posible que la chica Tauro sea un poco más lenta que otras en dactilografía y en tomar dictados. No es exactamente una ardilla, ni llegará en motocicleta al despacho, pero su trabajo estará hecho, y bien hecho. Como el varón del mismo signo, cuando ella hace algo, piensa que vale la pena hacerlo bien, lo mejor que ella pueda. Todos los nacidos en mayo tienen indeleblemente grabado ese lema. No es una mujer que bostezará en las narices de su jefe mientras éste le exponga sus teorías favoritas. Si las ideas que usted propone son prácticas, las discutirá con usted como un hombre. Sus opiniones serán interesantes, y su enfoque 1ógico y sensato, pero que eso no le de a usted la impresión de que su secretaria no es realmente femenina.
Tenga cuidado, que ella no es mujer que se preste a frívolos flirteos en la oficina. Es capaz de divertirse y reírse mucho, pero por debajo de su humor calido y bovino, su meta es el matrimonio. Si en dos ocasiones le acepta una invitación a cenar, lo mas probable es que ya lo esté estudiando a usted como proveedor de por vida, no que lo considere solamente como un compañero fascinante para salir una noche lluviosa. Son mujeres que cuando apuestan al juego del amor, apuestan en serio y si usted, como posible marido, se ajusta a las especificaciones de una mujer Tauro, no es -con ningún patrón que se lo mida- un hombre común. Ponga atención en el hombre de su empresa que reciba las atenciones de una mujer Tauro, porque es el que pasa al frente. Y si ese hombre es usted, es posible que pronto pierda una secretaria modelo, pero conseguirá una esposa en un millón, que le ayudará a salir adelante.
Es agradable trabajar cerca de una empleada Tauro, porque su aspecto es grato y huele bien; además, son graciosas y no fuman cigarros, entre otras cosas. (Salvo que casualmente la empleada que usted tiene tenga la Luna o el ascendente en Aries, y en este caso también olerá bien y tendrá buen aspecto, pero es muy posible que fume cigarros y sea un poco gritona.)
A los Tarros de ambos sexos, les disgusta dormir en cama ajena, y eso es algo que les gusta dejar bien sentado. Es decir, que la mayoría de ellos prefieren pasar las vacaciones en su casa. Si no media una Luna en Géminis o un ascendente Sagitario, el césped siempre se verá más verde y más tupido en el jardín del Toro. Y cuando esté de vacaciones, sorbiendo sensualmente una limonada y aspirando desde su hamaca el aroma de las flores, puede sin riesgo recurrir a él si es que hay una emergencia en la oficina. Es probable que acceda con una cordial sonrisa, y hasta que se sienta en el deber de ayudar. Pero no le imponga con demasiada frecuencia estas pruebas; hay un límite para la paciencia con que acepta repetidas imposiciones, y descubrirlo a riesgo de provocar su ira es una temeridad. Mejor deténgase antes.
El Toro se desempeña muy bien como florista, en la industria ganadera o la cría de aves, en los supermercados o como mayorista en la industria alimenticia. También puede ser buen médico o ingeniero, y encontrar gran satisfacción en una carrera artística. El sonido de la música y el hipnotismo visual del arte le atraen con una fuerza magnética. Jamás se siente mas cómodo que cuando se expresa de manera creativa, por mediación de sus sentidos, siempre y cuando la compensación económica sea suficiente y los cimientos bien consolidados.
Como compositor popular, el Toro suele ser desdichado, por lo menos durante los años difíciles, antes de alcanzar el primer gran éxito. Pero cuando su talento creativo se combina con la tarea, más estable y más segura, de producir discos o arreglar partituras, Tauro está en su elemento. Ya comprobará usted que todos los cantantes y compositores de este signo, sin excepción, terminan por ascender en mayor o menor medida la escala de la producción en la actividad musical.
Después de haber hallado el prado que le conviene, donde las oportunidades crecen en abundancia, es difícil que el Toro insista en el cambio y busque campos nuevos. Con años de dedicación a su carrera, estará impregnado del conocimiento de ella.
Es mucho lo que puede afrontar, si él mismo está convencido de que le ofrece un futuro, si su ocupación se adapta a él y él siente que “le viene bien”. Tauro tiene una capacidad increíble para perseverar hasta que lleguen las recompensas, pero solamente cuando él esta en el centro, jamás si tiene que roer desesperadamente los bordes para intentar abrir una brecha. Una vez que sienta bajo sus pies el terreno firme de la seguridad y el objetivo alcanzado, y que se haya afianzado en una posición que le permita seguir construyendo, el Toro avanza con confianza. Entonces su atractivo para la veleidosa y variable diosa del éxito se hace irresistible. Ella deja de esquivarlo y él se le mantiene fiel, pero poniéndola en su lugar, y se da entre ambos un amor para toda la vida.
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