sábado, 14 de abril de 2018

El amor es la necesidad más profunda del hombre y la mujer. Lo que abruma al espíritu humano no es la amenaza de enfermedad o pobreza, sino el temor de que no haya nadie que se interese sinceramente por nosotros, nadie que nos comprenda realmente. Todos corremos desesperadamente en pos del amor, aunque seamos muy sanos, ricos o sabios, porque la otra alternativa es la soledad. Y así es como se busca el amor en el cielo y en el infierno, y lo buscan los santos y los pecadores, sin que importe a dónde los lleva la búsqueda, que en la era de Acuario los conduce a algunos extraños lugares, por el laberinto de la revolución sexual. Oye, ¿qué significa este trauma del sexo? toda esta gente que va a ver películas pomo y la que no las va a ver... Los aficionados al intercambio de parejas y los idealistas, los puritanos y las prostitutas, las frígidas y las promiscuas, los machistas y las militantes feministas, ya lean a Browning o Playboy, ya vean películas de Walt Disney o las últimas producciones eróticas de Suecia, buscan lo mismo. Cualquiera que sea el camino por el que transitan en pos de la felicidad, la necesidad interior que los impulsa a seguir adelante es el amor. Y no se trata de darlo. Ni de recibirlo. Sino de compartirlo. Amar y ser amado en cambio. ¿Por qué el amor perdurable, mutuo, es tan esquivo? Para lograr una unión completa y permanente con la otra mitas (el alma gemela) el hombre y la mujer deben aprender la lección de los doce signos solar( s. Deben asimilar la sabiduría de estos doce misterios del amor antes de poder alcanzar una armonía definitiva, perfecta, entre sus naturalezas mental, física, emocional y espiritual. A medida que giramos en torno de la rueda astrológica o kármica de la vida, a través del renacimiento bajo la influencia de los diversos signos solares, a veces progresando deprisa, a veces retrasándonos, volviendo a menudo a la experiencia de determinado signo solar para repasar viejas lecciones... evolucionamos, cada cual a su propio ritmo. Nuestras propias personalidades superconscientes nos obligan a perfeccionar gradualmente las cualidades positivas de los doce signos y a purgar nuestra naturaleza de sus condiciones negativas, para que cada uno de nosotros se transforme eventualmente en el oro refinado de un ente totalmente evolucionado, digno de unirse a la otra mitad: la personalidad gemela. En nuestro anhelo de amor — por nuestra alma gemela o compañero del alma — reside nuestra sabiduría metafísica latente. El secreto de la vida misma. La verdad esotérica. Cada signo solar contiene una fuerza que puede revertirse en debilidad, y cada signo solar contiene una debilidad que puede revertirse en fuerza, merced a la ley de la bipolaridad positivo-negativo. ¿Qué es la obstinación de Tauro sino su paciencia invertida? ¿Qué es la naturaleza impulsiva de Aries sino el aspecto negativo del coraje positivo de Marte, típico del Carnero? ¿Leo optará por ejercitar el gran orgullo y la gran nobleza que le corresponden por derecho leonino-solar con el fin positivo de proteger a los indefensos, o con el fin negativo de convertirse en un tirano arrogante que oprimirá a los inermes? ¿La cautela de Cáncer se transformará en temores y fobias lunares? ¿La compasión y humildad de Piscis se trocarán en los aspectos negativos de Neptuno: la impostura, la introversión y la evasión? La elección de las bipolaridades de nuestro signo solar siempre corre por nuestra cuenta. Y si nos equivocamos al optar, deberemos revivir de nuevo la experiencia de ese signo solar, hasta asumir el control de su fuerza positiva. 12 Las doce iniciaciones del amor En cada una de las experiencias siguientes, el hombre o la mujer es absolutamente capaz de conferir y enseñar a los demás la primera cualidad, pero para que la personalidad aprenda la segunda cualidad hay que hacer un gran esfuerzo. Cuando el individuo comprende esta segunda cualidad tan bien como la primera, ello implica que ha adquirido el dominio de un determinado signo solar. El alma debe pasar más de una vez por las seis primeras iniciaciones del amor como:

No hay comentarios:

Publicar un comentario