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sábado, 14 de abril de 2018
La relación VIRGO-SAGITARIO
VIRGO
Tierra - Mutable - Negativo
Regido por Mercurio (también por el
planeta Vulcano)
Símbolo: ¡a Virgen
Fuerzas nocturnas - Femenino
SAGITARIO
Fuego - Mutable - Positivo
Regido por Júpiter
Símbolos: el Arquero y el Centauro
Fuerzas diurnas -Masculino
La relación VIRGO-SAGITARIO
— ■■■¿qué es eso que hay en la maleza? — Es una loba, con
sus lobeznos.
...justo la idea que se le ocurriría a un perro.
Como Virgo es un signo de Tierra, cualquiera pensaría que los y las Vírgenes deberían saber todo lo
relacionado con la Tierra, así como saben prácticamente todo lo demás. Pues no es así. Y aunque Sagitario es
un signo de Fuego, los Arqueros tienen una cierta afinidad estilo Robin Flood con el bosque de Sherwood, así
como con los bosques bautizados con otros nombres. Por consiguiente, Sagitario está en condiciones de
demostrarles a los afables Virgo varios tipos de «magia de tierra». Sobre todo porque aman a los animales,
que están tan estrechamente sintonizados y alineados con la Naturaleza, sincronizada con los ritmos de la
Tierra. Y también porque no temen ensayar nuevas ideas. Por tanto, es posible que los Sagitario descubran
toda clase de lecciones «terrenales» de gran beatitud para dictar a los Vírgenes.
Tomemos, por ejemplo, la música. Todo en el Universo, en el sistema solar íntegro, responde
infaliblemente a su propia clave individual, o nota, o seminota, o cuarto de nota, o dieciseisava parte de nota...
y así sucesivamente. Todas las cosas y todas las personas. Incluso los edificios y los puentes. A veces, cuando
escuchas una sinfonía, una nota determinada, o una combinación de notas dentro de un acorde, sentirás un
escalofrío en la nuca, un estremecimiento o un pequeño temblor, durante una fracción de segundo. Has sido
«tocado» por tu vibración personal, y tu cuerpo físico responde a ella.
En la ciencia de la metafísica, teóricamente (y prácticamente), cuando tu propio «sonido» o «tono» o «nota»
musical vibre en su timbre preciso, exacto (los Virgo entenderán la necesidad de precisión), te afectará tan
poderosamente que, interpretado con suficiente agudeza (o potencia) y sostenido durante suficiente tiempo,
podría matarte. (El alma la seguiría, abandonando el cuerpo.) A la inversa, en el sentido positivo, si lo
interpretaran (o si sonara) con suficiente suavidad, y lo sostuvieran exactamente durante el lapso apropiado tal
como lo mediría Virgo, podría trasfigurarte de alegría y paz hasta tal punto que «levitarías» literalmente como
lo hacían los «santos».
El nieto del compositor Félix Mendelssohn experimentó con estos conceptos bastante afines a Virgo,
fundados sobre el hecho conocido de que, cuando un cantante emite una determinada nota, en un determinado
tono, el sonido triza instantáneamente el cristal. Su investigación le hizo comprender que el pasaje de la Biblia
donde está escrito que cuando Josué hizo sonar una nota determinada, en un tono preciso, en el «cuerno de
carnero», las murallas de Jericó «se desplomaron» debe interpretarse en un sentido literal. Cuando un grupo
de soldados marcha al compás en dirección a un puente frágil, el jefe ordena cambiar el paso, porque el ritmo
de todos esos pies, machacando juntos la Tierra, podría destruir o dañar realmente la estructura del puente.
Por tanto Mendelssohn llegó a la conclusión de que los ejércitos encabezados por Josué se aproximaron a las
murallas de Jericó marchando acompasadamente: miles de pies al unísono, generando en la Tierra una
vibración poderosa (y particular), de modo que cuando Josué (que tenía conocimientos metafísicos) hizo
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sonar entonces la nota precisa en el cuerno de carnero, la combinación de las vibraciones de los pies en
marcha con el «sonido» individual de la estructura de la muralla misma hizo que las murallas de Jericó
respondieran y «se desplomaran» tal como estaba programado. El sonido por sí solo, en el tono y la
frecuencia vibratoria apropiadas, tiene el «poder y la gloria» (y la energía) necesarios para mover
materialmente piedras o rocas inmensas. Éste es el misterio-sepultado-en-la-antigüedad, la verdad esotérica
que se oculta detrás de las legendarias fórmulas Sésamo ábrete y Abracadabra (aunque nos han sido
transmitidas con deformaciones, y ya no son puras y precisas). ¡Así que ahora sabéis cómo fueron levitadas
esas gigantescas rocas para construir la Gran Pirámide de Gizeh! En forma musical y melodiosa, bajo la di-
rección de Osiris. (No de Keops: éste vino más tarde, y plagió creativamente al gran Osiris.)
A los Virgo los fascinará la exactitud y precisión de esta sabiduría musical de la metafísica (contenida en el
gran misterio de La música de las esferas) y a los Sagitario los excitarán todas las posibilidades de aplicar los
ideales de Júpiter. El Arquero podrá preguntarle al o la Virgen: «Puesto que todo tiene su propia "clave",
¿cuál supones que es la clave de la Tierra?» Si Virgo lo ignora, el Arquero podrá responder sin riesgo: «Re
bemol». Entonces, por supuesto, Virgo se empeñará en que Sagitario lo pruebe. Los y las Vírgenes son muy
hostiles a las generalizaciones, y desaprueban enérgicamente toda forma de exageración. Como la
exageración es uno de los muchos talentos de Sagitario (el planeta regente del Arquero, Júpiter, es sinónimo,
en astrología, de la expansión), si Sagitario desea impresionar a Virgo, siempre deberá estar preparado para
apuntalar cualquier aserto indiscriminado, jupiteriano, con pruebas sustanciales, concretas. Sin embargo,
paradójicamente, los Centauros también son compulsivamente veraces, porque Sagitario es uno de esos
exasperantes signos solares «dobles» de dualidad. Mitad caballo, mitad humano. La mitad humana es la veraz,
en tanto que a veces la mitad equina violenta un poco la verdad. Así que es importante saber con qué mitad
del Centauro de Sagitario tratáis en un momento dado. Respecto de la situación del «re bemol», tratáis con la
mitad humana puntillosamente veraz y gloriosamente imaginativa. (No, Virgo, la imaginación no es
incompatible con la veracidad. La imaginación v la verdad son compañeras del alma. Ninguna de las dos
podría existir sin la otra.)
Para echar una mano a los Arqueros amantes de los animales, respecto de la lección de la magia-
terrenal en «re bemol» que les dan a los Virgo, he aquí la prueba. En 1975, en una velada sagitaria de fines de
noviembre, al músico de jazz Paul Winter se le ocurrió una idea profunda y perfectamente maravillosa,
igualmente sagitaria, inspirada por Júpiter. Trepó a un centro de estudios de la fauna silvestre, en Sierra
Nevada, con su saxo, e improvisó un aullido en estilo «blue». Unas lobas, al principio curiosamente
silenciosas, empezaron a acompañarlo después de un rato. Sus aullidos armonizaban con la duración y
configuración de las notas de Winter, y se compaginaban con ellas, creando el dúo más emocionante que él
había interpretado en su vida. Inspirado inicialmente por una grabación de las canciones de la ballena, Winter
ha interpretado desde entonces conciertos para — y en armonía con — toda clase de animales, que acompañan
perfectamente las notas, los tonos y los ritmos de su saxo, sin saltear un compás ni una seminota. Una vez,
frente a las costas de la British Columbia, Paul interpretó un concierto para ballenas v. en medio del asombro
general, éstas asomaron sus cabezas fuera del agua, y se congregaron en círculo para oírlo, mientras la gente
del movimiento Greenpeace contemplaba el espectáculo con regocijada estupefacción. Sus dúos con animales
a la luz de la luna han interesado incluso a científicos fatuos, que al principio se mostraron desdeñosos, y des-
pués divertidos, pero que ahora por fin han empezado a pensar que Winter les ha dado la «clave» para
entender cómo se comunican los animales: cómo migran, se aparean y forman grupos.
El nuevo álbum del intérprete de jazz Winter presenta una «familia de instrumentos de ocho
miembros», que se remonta al Renacimiento. Titulado Common Ground, el álbum contiene varias melodías
con coros entonados por lobos, ballenas... ¡e incluso un águila! Todas están compuestas en «re bemol», el
único tono con el que armonizan los animales, veréis, lo cual le hace inferir a Winter (y a cualquier persona
reflexiva) que el re bemol es el «tono de la Tierra». Es posible que a los remilgados Virgo los ofenda (u
ofusque) ligeramente la información, pero a los Centauros amantes de la diversión les regocijará saber que el
álbum fue grabado en un establo de la granja de Winter, donde colgaron sábanas del techo, no por razones de
acústica, sino para evitar que los excrementos de murciélago cayeran dentro del clavicordio.
Ahora que Sagitario le ha transmitido a Virgo una parte de la sabiduría mágica de la Tierra y la ha
corroborado con pruebas, esperemos que en el futuro los y las Vírgenes respeten un poco más las
excentricidades y los entusiasmos espontáneos del Arquero. Y ahora que Sagitario ha aprendido que los
milagros del Sésamo ábrete y el Abracadabra, para no mencionar los de la construcción de la Gran Pirámide,
nunca se podrían haber materializado sin la precisión y exactitud de Virgo respecto de los sonidos musicales,
esperemos que los Arqueros dejen de zaherir a los Vírgenes por su tendencia a medirlo todo, por su
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proclividad a la perfección y por sus actitudes críticas, a veces bizantinas. Al fin y al cabo, los Virgo no hacen
más que ser fieles a la esencia depuradora de su signo solar. Si no tuviéramos a los Virgo a mano para poner
en orden nuestras mentes y nuestras intenciones, viviríamos en medio de un caos y una confusión
lamentables. La música no sería melodiosa y sosegante, sino una mezcolanza de notas desapacibles y acordes
chirriantes... sin Virgo.
Y sin los alegres, juguetones, sabios, sagaces y proféticos Arqueros, que han sido tan bondadosos y
compasivos con los animales durante muchos siglos, ninguno de los pájaros y de las mansas bestias de la
Naturaleza habría confiado suficientemente en Paul Winter como para cantar una sola nota armónica a dúo
con su saxofón. Gran parte del cariño y la protección respecto de la brutalidad humana que han recibido
nuestros hermanos animales, nuestras hermanas aves y las criaturas de la vida marina han provenido de las
vibraciones de Virgo, Sagitario (y Acuario) emitidas sobre la Tierra, vibraciones que les han impartido la fe
necesaria para hacer ese gesto conmovedor y experimental de cooperación y amor, al compás de las
vibraciones amistosas de Winter. Winter mismo lo explica en términos muy hermosos: «Si algo es sensible,
reflexivo, lo llamamos humano. Qué arrogancia. En realidad es un sonido que dice: me alegro de sentir. Es
una afirmación». Sí. Una afirmación de vida y amor... y de la unidad melódica de toda la Naturaleza.
Sagitario y Virgo nacieron bajo signos mutables, y por ello los Vírgenes y los Arqueros pueden
comunicarse, en general, fácilmente, ya sea que comuniquen la crítica de Virgo y la franqueza de Júpiter... o
la comprensión amistosa. La comunicación fácil es el primer paso que conduce a la comprensión de los
distintos criterios y enfoques del uno y e! otro. Es indudable que estos dos hablarán mucho, alternadamente...
y también se desplazarán mucho, aunque Virgo es más sedentario y propenso a quedarse en un lugar más
tiempo que Sagitario. Igualmente, ahora que estamos en vísperas del descubrimiento de Vulcano, el verdadero
regente de Virgo (véase el capítulo Virgo-Virgo), los Vírgenes de ambos sexos empiezan a experimentar
impacientes accesos de descontento, la compulsión de interrogarse y deambular... de cambiar viejos esquemas
y hábitos, y de explorar el mundo (así como de explorarse a sí mismos), para verificar con qué sorpresas se
encuentran. Esto es sencillamente estupendo, porque a los cordiales Arqueros les encanta la compañía
sociable, mientras trotan alegres y curiosos por el inexplorado bosque de Sherwood de la vida, a caballo o a
pie, en avión o en tren. Si ambos consiguen superar con éxito los desafíos de la configuración de signos
solares 4-10 que los pone a prueba, la asociación del Centauro con él o la Virgen encierra la promesa de
recompensas excepcionales para los dos. Virgo le enseñará a Sagitario buenos modales, cortesía y paciencia,
en tanto que Sagitario le enseñará a Virgo el valor de la generosidad de espíritu, de la imparcialidad, de la
tolerancia... y sobre todo, ¡de la gloriosa libertad! Es posible que los espectadores tengan la impresión de que
él o la Virgen y el o la Centauro forman decididamente una «extraña pareja», pero, al cabo de un tiempo.
Sagitario le enseñará a Virgo a no preocuparse por lo que la gente dice o piensa. Limítate a ser auténtico y
todo se arreglará. Al fin y al cabo, nadie puede conformar a todos, y el Sagitario regido por Júpiter es la
persona ideal para enseñarle a Virgo que es inútil tratar de complacer «perfectamente» al mundo íntegro.
Sagitario exhortará a Virgo a distenderse, y Virgo le enseñará a Sagitario la forma de ahorrarse caídas
embarazosas, para lo cual deberá marchar un poco más despacio (verbalmente y en todo lo demás).
Es un toque inesperado de magia que las canciones de la cara uno del álbum Common Ground, de Paul
Winter, cuyas melodías y cánticos cautivantes recuerdan los ensueños que conciben los monjes durante sus
maitines, den prioridad a los instrumentos y ritmos del Renacimiento, algunos con pájaros que entonan en el
fondo sus jubilosos hossanas matinales, junto con otros animales. Un toque de magia porque... el mayor
amigo de los animales y los pájaros que jamás conoció este planeta fue el sencillo franciscano Francisco
(Francesco) Bernardone, que vivió su humilde existencia de paz y bondad para con todas las criaturas,
grandes y pequeñas, en la época medieval. Francisco pasó unos pocos años de su juventud deambulando
como trovador, y en esa época entonaba serenatas a Clara, su Señora de la Pobreza, a la cual cantaba
dulcemente las letras de las que él era autor, acompañándose con esos mismos ritmos del Renacimiento, y
utilizando esos mismos instrumentos.
La promesa del invierno, en virtud de la cual la magia de la Tierra hará volver la primavera, sería un
tema muy apropiado para la relación Virgo-Sagitario. Pero antes, por supuesto, el Arquero deberá enterrar su
arco, y prometer que nunca hará sufrir a ninguna criatura, humana o animal (¡sobre todo a los Virgo!) con sus
flechas de Júpiter. Entonces el o la Virgen y el Centauro podrán cogerse de la mano para entonar el primer
coro de la Música de las Esferas, junto con todas las ballenas, águilas, lobos y aves que encuentren por
casualidad en su camino... acercándonos a todos un poco más a la sinfonía de la paz. El Sagitario Francesco
Bernardolne, de Assisi, con su Luna en Virgo, los favorecerá con la bendición de su sonrisa, y cantará junto
con ellos... en re bemol.
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Mujer VIRGO Hombre SAGITARIO
El pensó en salir brincando de una manera cómica hasta que ella lo perdiera de vista, para
después no volver a acercarse nunca a ese lugar... Para demostrarle a ella que su partida lo
dejaría impasible, él correteó por la habitación, haciendo sonar jubilosamente sus
despiadados caramillos. Ella debió correr detrás de él, a pesar de que esto era bastante
humillante.
Aunque Virgo y Sagitario forman la tensa y desafiante configuración de signos solares 4-10, en el comienzo
de este capítulo — que el Centauro y su Virgen deberán estudiar primeramente, poniendo cuidado en leer entre
líneas, antes de prestar atención a estas páginas específicas — hemos analizado el melodioso secreto de la
forma en que estos dos pueden superar con éxito los conflictos de sus vibraciones aurales y alcanzar la
armonía juntos. Para ello bastará que continúen entonando su canción de amor en re bemol. Y que procuren
no desafinar. Tal vez se necesite un poco de práctica, pero tal como el neoyorquino le dijo al turista que le
pedía instrucciones, así es como se llega al Carnegie Hall. ¡Práctica, práctica y más práctica! (Por supuesto,
también se puede llegar allí girando hacia el este, en la intersección de la Calle 57 y la Séptima Avenida...
pero todo depende de saber si lo que deseáis es ser la atracción principal, en el escenario, o limita-ros a ocupar
una butaca en la galería, perdidos entre la multitud.)
Hablando de instrucciones, como las que indican el rumbo al Carnegie, o a cualquier otra parte,
digamos que la chica Virgo probablemente preferirá llegar a destino en Metro, en autobús... o a pie. Es más
probable que el Arquero llame un taxi o alquile un auto, impulsivamente (y con un comportamiento
despilfarrador, a juicio de Virgo). Quizás incluso opte súbitamente por comprarse un auto (prefiere los
modelos deportivos veloces y ultramodernos) si se trata de un Sagitario típico. Éste es uno de los puentes que
deberán cruzar juntos, para llegar a la margen opuesta de sus diferencias, que es donde impera la armonía. Y
las diferencias consisten en que él es aficionado a gastar el dinero con un talante relativamente informal,
despreocupado y generoso, en tanto que ella prefiere contar cuidadosamente los billetes y estrujarlos. La
Virgen no se propone ni quiere ser realmente mezquina, pero a menos que su Luna o ascendente esté en un
elemento de Fuego o de Aire, es posible que se comporte como si lo fuera. Ella dirá que es económica, o
frugal, sensata y prudente. Pero ya sabéis que Sagitario tiende a llamar a las cosas por su nombre, así que es
posible que interprete su «frugalidad sensata» como un nítido ejemplo de avaricia, y que no tenga el menor
reparo en decírselo, lo cual, por supuesto, no lo hará acreedor precisamente a la estima de la Virgen.
¿Veis? El ya ha sido un poco torpe y ha metido la pata. Existe un medio para inducirla a descongelar la
frigidez con que ha reaccionado ante la franqueza de él respecto de su comportamiento ahorrativo. El puede
mirarla muy seriamente (directamente a los ojos, porque las Virgo desconfían de la gente que desvía la
mirada), y preguntarle amablemente si ella puede sugerirle algún sistema para economizar parte de sus
ingresos, y si puede ayudarlo a calcular qué porcentaje de éstos conviene guardar para precaverse de una mala
racha (o para asegurarse un futuro próspero), ganando intereses. ¿Qué le parece más aconsejable: los bonos
municipales, una cartera de acciones, un plan bancario de ahorros... o tal vez una alcancía doméstica, un
cerdito rechoncho de porcelana? A ella le encantará que se lo pregunte, y le contestará con una retahila de
sugerencias muy razonadas, detalladas. Si ya lo conoce bien, vetará inmediatamente la alcancía. A menos que
se la confíe a ella. Es demasiado tentadora en los momentos de debilidad.
La mayoría de las personas empiezan por alimentar ambiciones para el futuro, eligen una profesión o una
carrera, trabajan para lograr su objetivo... y finalmente, después de haber disfrutado de una larga sucesión de
éxitos (y después de haber acumulado un poco de dinero), se jubilan y hacen lo que les place. Los Arqueros
abordan la ética del trabajo al revés. Les gula empezar por jubilarse... o al menos por hacer lo que les place. Si
las exigencias del empleo coartan excesivamente lo que les place, a menudo mandan al diablo la seguridad, se
encogen de hombros, se dejan guiar durante un tiempo por sus corazonadas y piensan que, cuando las cosas se
pongan difíciles, siempre podrán encontrar otra ocupación que no sea tan restrictiva. Ésta es una actitud que
horroriza a la mujer Virgo, habitualmente laboriosa, eficiente y responsable. De modo que ella lo criticará, al
principio afablemente, y después, si continuara comportándose como si le importase un bledo del porvenir,
sus aprensiones muy concretas la inducirán a señalarle sus defectos con más rigor.
Él aborrecerá vehementemente lo que interpreta como un hostigamiento, y entonces cogerá su arco y su
carcaj, y disparará unas cuantas flechas hirientes, impregnadas de veracidad — tal como él la ve — contra el
corazón de las objeciones de ella. Le dirá que el hecho de trabajar en un empleo que detestas más de lo que
estimas, sólo para obtener seguridad financiera, puede matar lentamente el espíritu. No sabe lo que sienten
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otros hombres (ni le importa), pero en su caso particular, opina que el trabajo o la carrera debe ser algo de lo
que él disfrute hasta el punto de que si fuera necesario lo acometería gratuitamente, porque su estímulo lo
magnetiza, y porque debe expresarse por esa vía si no quiere sentirse definitivamente ilustrado. (Un Arquero
ilustrado es un hombre triste y vacío, aún más que cualquier otro.) Odio tomar partido en una reyerta entre
enamorados, pero la astrología me obliga a coincidir con la filosofía del Centauro en lo que concierne al
trabajo. Una ventaja adicional de esta actitud, que Virgo debería valorar, consiste en que frecuentemente los
beneficios económicos llueven en razón de ella, y no a pesar de ella. Quienes triunfan y se hacen ricos no son
nunca quienes arremeten decididos a ganar una pila de dinero, con la seguridad financiera como meta. Las
mayores fortunas nunca dejan de casar con los mayores logros, y la suerte las concede invariablemente a
quienes viven consumidos y obsesionados por una idea, y a quienes perseveran en ella hasta el punto de no
hacer el menor caso de la remuneración monetaria. Sus fortunas crecen en torno, casi en forma inadvertida. El
universo les sonríe, porque trabajan con amor, no con la apatía del aburrimiento o del resentimiento
malogrado. El doctor Land y su obsesión por el proceso fotográfico Polaroid. Elenry y su romance con el
Ford. Tom Edison y los sonidos que reverberaban en su cabeza, y que él necesitaba desesperadamente
canalizar de alguna manera. David Sarnoff... y otros miles de millares.
Flay fontaneros y electricistas que aman apasionadamente su trabajo, y que no podrían imaginarse entregados
a otra actividad. Flay chefs a los que les encanta cocinar, médicos que están ávidos por curar, camareros a los
que los hace felices conversar con la gente y que se sienten fascinados por el flujo cambiante de rostros
humanos. Sí, incluso hay individuos que experimentan una profunda satisfacción personal al fregar suelos y
lavar ventanas... al limpiar. Sienten que se les levanta poderosamente el espíritu cuando ven cómo la mugre y
el desorden se truecan por arte de magia en la pulcritud y el orden refulgente. (Virgo debería comprender
esto!) Conozco a un hombre que., en verdad, preferiría pintar casas antes que ser Presidente. Su actividad le
produce una euforia que no intenta explicarse a sí mismo... y menos aún a los demás. Albert Schweitzer
prefería las penurias de las junglas bochornosas antes que un moderno y cromado laboratorio científico, en
tanto que otros prefieren el moderno y cromado laboratorio científico al trabajo primitivo en la jungla.
Quienes accionan el reloj registrador de la fábrica con amargura reprimida y con un sentimiento de inutilidad,
producen muebles feos, que no son dignos de pasar de una generación a otra, y que apenas lo son de su
propietario original, al cabo de pocos meses. Pero el hombre que ama su faena es un artesano, y los milagros
que hace con madera y otros materiales son atesorados durante siglos. Y así sucesivamente. Flubo una época
en que la gente era más proclive a elegir su profesión dejándose llevar por el corazón, y en que la sociedad
cuidaba que fuera más fácil ganarse el pan cotidiano con amor. Ahora sólo tenemos personas incompatibles
con sus cargos, y viceversa, en razón de la ciega e instintiva carrera en pos del «éxito», éxito éste que resulta
ser, al final, un rótulo cruelmente falso. Millones de individuos se preguntan, interiormente: «¿Por qué el
éxito es un fracaso tan tremendo?» Porque fue mal definido desde el principio. Por eso. Lo definieron
incorrectamente los anuncios de la televisión... y la publicidad deslumbrante de las revistas. El negocio de la
publicidad tiene, en verdad, un difícil Karma por delante.
Como Virgo contiene la semilla de la pureza (pureza de pensamiento, de intención y de acción), es posible
que la Virgen se deje conmover por los argumentos de su Arquero inquieto, independiente, y que aprenda
gradualmente a ver las cosas a través de sus gafas de cristales más rosados. Semejante desenlace vale la
fricción que estos dos deben soportar de la influencia 4-10 de sus soles natales en cuadratura. También es algo
más que un poco posible que ella impresione a su amante o marido Sagitario con la estampa de su propio tipo
de integridad paciente y de sentido de la responsabilidad, con su capacidad para mantener los sueños
refinados y pulcros, pulidos y relucientes, y por tanto en mejores condiciones para ser auténticamente bellos
cuando les llegue la hora de salir de sus cajones de cedro y manifestarse como realidades. Así, la Virgen y el
Centauro pueden transformar la falsamente rotulada «maldición» de su vibración 4-10 en una bienaventu-
ranza, para ello bastará que se ayuden mutuamente a eliminar sus «vicios», mediante un simple proceso que
consiste en intercambiar sus virtudes individuales.
Es cierto que hay una multitud de asuntos de menor importancia acerca de los cuales estos dos
discreparán, y que ello generará conflictos periódicos entre ambos. Pero siempre existe la alquimia hombre-
mujer para mitigar el dolor de todo lo que no importa tanto como ellos creen. La química del amor físico
puede cubrir las ofuscaciones y la irritabilidad cotidianas con la espesa fragancia de las rosas, lavadas por un
chubasco estival, en un jardín... con la gozosa sensación de la tierra mojada y la hierba húmeda, que refrescan
dos corazones y almas extenuados por los permanentes malentendidos. Cuando la Virgen se reclina en los
brazos protectores de su hombre Sagitario, le perdona la mayoría de las faltas que ha cometido contra ella, y
él olvida su propia cólera fogosa por el hecho de haber sido criticado y puesto en tela de juicio. Las llamas de
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la pasión y el deseo contenidas en la naturaleza del signo de Fuego de él, y las necesidades más profundas y
sosegadas propias de la naturaleza «terrenal» de ella, pueden fusionarse en una satisfacción y una paz
conjuntas que forman la base de una mayor tolerancia recíproca respecto de todas esas áreas triviales de
conflicto. Pero ella debe tener la precaución de no permitir que su desapego y su retraimiento físico
instintivos de Virgo lo hagan sentirse rechazado, porque él busca y necesita una respuesta más entusiasta a su
expresión física de ternura.
En tiempos de la reina Victoria, en Gran Bretaña, las jóvenes que estaban en vísperas de casarse y que
pedían consejo tímidamente acerca de la forma decorosa y correcta de comportarse durante la luna de miel,
recibían de sus madres el tajante consejo de «tumbarse, simplemente, y pensar en Inglaterra». Es posible que
haya momentos en que el hombre Sagitario crea haber sido proyectado a la era victoriana junto con su dama
Virgo... su inteligente y afable, pero un poco fría, Virgen, que lo ama con la misma vehemencia con que él la
ama a ella, pero que al principio puede ser incapaz de expresar sus sentimientos con la misma espontaneidad
desenvuelta con que lo hace él, con la mayor naturalidad. El no resolverá el problema diciéndole que es
frígida. La falta de tacto nunca resuelve nada. Tendrá que enseñarle pacientemente a confiar en él con todo su
ser, porque la paciencia, a diferencia de la «franqueza brutal», puede resolver absolutamente todo. Una vez
que la mujer Virgo ha aprendido a mostrarse tal como es con el hombre que ama, puede convertir la fusión
sexual en una experiencia perdurable y profunda para el Arquero a veces torpe, pero alegre y generoso, que
tiene la aptitud de llegar a la cúspide en todo lo que hace... sin excluir los momentos en que hace el amor.
Una vez que se hayan acostumbrado a armonizar sus ritmos en todas sus comunicaciones (estos dos se
comunican bien, pues ambos son mutables), la mujer Virgo se reclinará contra el hombro de su Sagitario, y
pensará en muchas cosas distintas de Inglaterra. Ambos poseen una mente lúcida, inquisitiva, llena de ideas
chispeantes. Entonces es posible que sea él quien se quede tumbado allí, cavilando sobre las Islas Británicas.
Una medianoche, después de que se hayan hecho el amor, él le preguntará repentinamente si le gustaría
arrojar por la borda toda la cautela y el espíritu práctico... preparar un par de maletas al día siguiente, echar
llave a la puerta de la casa, dejar la llave a los vecinos para que éstos puedan entrar a regar las plantas... coger
un vuelo matutino rumbo a Londres y llegar a tiempo para oír a mediodía las campanadas del Big Ben. Si ella
es tan espabilada como lo son las Virgo desde la cuna, analizará cuidadosamente su extravagante sugerencia
durante más o menos dos segundos y un tercio, lo besará en la nariz, encenderá la luz, le sonreirá con los ojos
de todo el corazón, y dirá: «Bueno, ¿qué esperas? Saca las maletas y telefonea al aeropuerto, mientras me
ducho.»
Hombre VIRGO Mujer SAGITARIO
Ella le preguntó dónde vivía.
— En la segunda a la derecha — respondió Peter — y recto hasta la mañana.
— /Qué dirección más rara!
Peter tuvo un acceso de abatimiento. Pensó por primera vez que quizá tenía una
dirección rara.
— No, no lo es — dijo.
Bueno, ¡hurra y aleluya! ¡Dadle a ese hombre Virgo con una dirección peculiar un cordial
apretón de manos y un abrazo de oso! Va a iniciar la carrera con la Centauro femenina,
mitad caballo, mitad ser humano, por cuyo amor y admiración está dispuesto a renunciar a su querida
existencia de hombre solitario. Por ella, incluso sacrificará la paz y el sosiego de su piso de soltero. Pero ni
por ella (ni por ninguna otra persona) deberá sacrificar jamás su sentimiento de dignidad y confianza en sí
mismo, y menos aún su respeto por sí mismo. El hombre encuentra un millón de aplicaciones a su respeto por
sí mismo, así que cometería una insensatez si permitiera que alguien se lo arrebatara. Aunque fuese la mujer
que adora.
Observaréis que al principio vaciló, y que casi se rindió a la desmoralizadora sensación de insuficiencia
que una espabilada y alegre, pero penosamente franca y descamada, chica Arquero puede instilar
involuntariamente en el plexo solar del hombre Virgo (sensación que, si él no se cuida, puede convertirse en
un fastidioso ataque de indigestión estilo Virgo). Pero nuestro héroe triunfó sobre el inminente peligro de
inferioridad, sobre la desafiante amenaza a su masculinidad. Poco importan las opiniones y comentarios
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francos (o divertidos) de ella sobre su domicilio perfectamente correcto. Poco importa lo que ella piensa sobre
su apartamento, sus calcetines, sus orejas, su pelo, su nariz, su empleo, sus sueños prudentes y modestos, su
auto, su hábito de comprar jabón Ivory por cajas, o sobre su botiquín, bien pertrechado con auxiliares para la
«fácil eliminación». ¿A ella le parece que su dirección es rara? Él le dirá a ella una o dos verdades. Y
entonces le hablará cara a cara, enérgica y severamente: «No, no lo es. No es una dirección rara».
Esto es lo primero que le dice. Lo segundo es que ella debería aprender a cerrar la boca antes de hablar, y
a mantenerla cerrada mientras analiza lo que va a decir, y si lo analiza cuidadosamente, con un poco de
consideración y previsión, tal vez resuelva no abrirla en absoluto... hasta que encuentre algo agradable y
amable para comunicarle. Sorprendentemente, es probable que esto le encante a ella. En realidad, esta chica
busca un hombre enérgico pero tierno, que la ponga en su lugar... siempre que no la retenga en éste
sentándose sobre su cordialidad de cachorro, sobre sus entusiasmos optimistas y sus ideales fogosos.
Indudablemente se trata de una faena delicada, pero el hombre Virgo que la ama está dotado del arte de la
diplomacia sutil, y es posible que pueda salirse con la suya. Tiene un talento casi místico para manejar las
cosas con tacto hasta terminar de pulirlas.
Afortunadamente, él ya ha resuelto un problema que se plantea entre ellos en la tensa relación de su
configuración de signos solares 4-10. La ha adiestrado para que embote un poco las puntas de sus flechas de
Júpiter y para que no estire con tanta fuerza la cuerda del arco. Le ha hecho ver que sus comentarios
irreflexivos pueden lastimar realmente... y merced a la curiosa aptitud de Virgo para ser dulcemente afable,
aun cuando regaña a la gente, le ha hecho comprender que él sabe que no tiene malas intenciones y que
conoce su buena voluntad esencial y su ingenuidad. Es posible que ella se sienta sinceramente conmovida
hasta las lágrimas. Hace mucho, muchísimo tiempo que deseaba y necesitaba a alguien que comprendiera su
auténtica personalidad, a alguien que no la juzgara rigurosamente por el solo hecho de ser fiel a sus
sentimientos... y espontánea cuando tiene algo que expresar. Por tanto, es posible que la energía de su amante
o marido Virgo no genere una reyerta sino que tenga el efecto opuesto, o sea que los acerque más el uno al
otro. Estupendo. Huirás y flores. Bien por él y bien por ella. Ahora, al problema siguiente. (Seguramente no
pensabais que tendrían que lidiar con un solo problema, ¿verdad? Al fin y al cabo, recordad que sus soles
natales están en cuadratura.)
Las bromas pesadas de ella. Los Sagitario de ambos sexos son verdaderos adictos a los retruécanos y a las
bromas pesadas. Excusadme. ¡Nunca creeréis lo que acaba de ocurrirme! Ya hace un poco más de nueve
meses que estoy escribiendo este libro (se necesitan nueve meses para concebir un hijo, del cuerpo o la mente,
y un poco más para los elefantes) y ésta es LA PRIMERA VEZ que la cinta de mi máquina de escribir IBM se
agotó precisamente en el mismo segundo en que se agotó mi cinta de correcciones IBM. ¿No es algo digno de
figurar en el libro Guinness de records? Ahora los Virgo que leen este capítulo están calculando afanosamente
el porcentaje de posibilidades de que se produzca semejante doble carencia. Los Arqueros querrán saber si lo
he inventado para hacerme la graciosa, o si hablo en serio. No lo he inventado y no pretendo hacerme la
graciosa. Es verdad. Ocurrió y tengo un testigo. Pues bien. Me estoy aproximando al final del libro, o al final
de mi aplomo afín al de Virgo. Hay signos inconfundibles... y espero que lo primero ocurra antes que lo
segundo. (No, no soy Virgo, sino Aries, pero estoy segura de que Vulcano se halla en conjunción con mi Sol
natal. Os lo haré saber cuando lo descubran — a Vulcano — y puedan calcular sus movimientos orbitales.)
Ahora volvamos a las bromas pesadas, con las que el hombre Virgo deberá lidiar más temprano o más tarde
en su relación.
Le daré al Virgo, lo más sucintamente posible, un ejemplo de la dimensión gigantesca que puede alcanzar una
broma pesada de tipo Sagitario. Quiero decir, algunas de ellas son chanzas y picardías inofensivas, pero como
Júpiter, el regente de Sagitario, es el planeta asociado a la expansión, de cuando en cuando una broma del
Arquero puede desmandarse un poco. En síntesis, pues, tenemos a este hombre llamado Steven Masover, que
sigue un curso superior de física en la universidad de Berkeley (California). Está becado, y también fue el
alumno más sobresaliente del curso de graduación de su escuela secundaria. La broma tipo Sagitario de
Steven, que las crónicas periodísticas describieron como una «travesura de Robin Hood» (Robin Hood tiene
una estrecha afinidad con los Arqueros), consistió en asaltar un banco, con una pistola descargada y una falsa
bomba, y en largarse con un botín de 78.000 dólares en metálico. Su defensa consistió en que no tenía la
intención de robar el dinero: sólo lo había tomado en préstamo para invertirlo en colonias situadas en el
espacio exterior, donde los terráqueos escaparían de la contaminación y la superpoblación, y tenía el propósito
de devolver hasta el último centavo en un lapso de más o menos veinte años. (Los «signos del amor» no
pueden ayudar a Steven a resolver el problema de la contaminación, pero el problema de la superpoblación lo
abordo en «Tiempo de abrazar», al final de este libro.) El jurado absolvió a Masover (en una racha de pura
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suerte jupiteriana) porque el fiscal del distrito no pudo demostrar que «se proponía privar al banco del dinero
definitivamente» (premisa indispensable para que haya robo), aunque comentó que opinaba que «gastar el
dinero en estaciones espaciales equivalía a privar de él al banco definitivamente, si se usa el sentido común
(de Virgo)». O el sentido común de Sagitario. O cualquiera que sea. Ahora, el temor consiste en que la
absolución «fortuita» del responsable de esta broma pesada inconsistente pero elocuente estimule otros
«asaltos al estilo Robin Hood». El temor es infundado. Los delincuentes profesionales no tienen el genio y la
imaginación necesarios para sacar a relucir este tipo de justificaciones impregnadas-de-verdad-oculta, dotadas
de una invisible pero poderosa integridad. Sin embargo, puede estimular ciertamente a otros Sagitario
aficionados a las bromas pesadas, y que el cielo nos ayude a todos.
El hombre Virgo puede preguntarse por qué elegí un ejemplo masculino de bromista para alertarlo
sobre las debilidades juguetonas y traviesas de su Arquero femenino. Tuve un excelente motivo. Quise
recalcarle al hombre Virgo que, en tanto que él nació bajo un signo solar «femenino», y en tanto que también
lo rige concretamente el planeta femenino Vulcano (véase el capítulo Virgo-Virgo), lo cual no significa que
sea afeminado (¿el Virgo Elliot Gould, un afeminado?), sino sólo sensible y perspicaz, su chica Arquero nació
bajo un signo solar masculino, y también es guiada (con sus retruécanos, flechas de veracidad, integridad,
bromas pesadas y todo lo demás) por el planeta masculino Júpiter.
Una doble influencia femenina contra una doble influencia masculina, desembocan en una conclusión clara.
El hizo muy bien en cantarle unas cuantas frescas cuando ella se burló de su domicilio, porque tendrá que
empuñar firmemente las riendas de esta dama Centauro, si no quiere que se encabrite en la huella. Como ya
hemos demostrado, a ella esto le producirá secretamente más placer que disgusto, si la mano que sostiene la
rienda es cariñosa y afable y considerada, como ciertamente lo será, tratándose de un hombre Virgo que la
ama de veras.
Con su doble influencia femenina, de mansa sabiduría, él podrá notar que esta chica-mujer es una
criatura confiada, vulnerable, no obstante su doble machismo masculino, y que no gana todas las carreras. Ha
tropezado y caído más veces de las que soporta recordar, al confiar en personas que la hirieron y la
traicionaron cuando ella más las necesitaba. El mitigará sus recuerdos dolorosos con afectuosa consideración,
y la ayudará a analizar por qué debe olvidarlos, ahora que sólo quedan, para avivarlos, viejas cicatrices... y le
asegurará que las cicatrices desaparecerán más rápidamente si mira hacia el futuro, y no hacia el pasado.
Después le prometerá que nunca la hará arrepentirse de haber confiado en él, siempre que de él dependa... y se
lo dirá en serio. Ella mirará sus ojos claros, sosegados, de Virgo (que titilan con las vetas plateadas de su
regente adoptivo Mercurio, cuando está contento) y captará que habla con absoluta y cabal sinceridad. Ella
está en lo cierto. Un Virgo nunca formula una promesa que no esté dispuesto a cumplir, hasta donde sea
humanamente posible. Esto vale mucho, y si alguien lo comprende, este alguien es ella. Ultimamente hay una
alarmante escasez de personas honestas, que vivan de dentro hacia fuera, y no de fuera hacia dentro. Puesto
que ella no soporta a los hipócritas o los farsantes, deberá agradecer a su buena estrella el amor de su
caballero Virgo (auténtico gentil-hombre). Esto es algo que olvidé decirle a él. Esta chica tiene suerte.
Aunque se equivoque a menudo, sus errores se las apañan para caer bien parados, y para proyectarla al círculo
de los triunfadores. Esta certidumbre astrológica lo reconfortará cuando esté sufriendo las consecuencias de
una de esas colosales metidas de pata provocadas por el entusiasmo bienintencionado e impulsivo de ella.
Si él continúa reteniendo firmemente las riendas, y si ella no lastima su sensibilidad y su necesidad
inconsciente de pureza, la intimidad física que comparten puede ser, potencialmente, tan apasionada como la
naturaleza del elemento Fuego de ella, y también tan fresca y profunda como los deseos «terrenales» de él
pueden determinar que sea la contigüidad entre un hombre y una mujer. Hay en él un sosiego y una quietud
que encauzan delicadamente los anhelos de ella en dirección a un tipo de satisfacción que le hace saber a la
dama Centauro cuánto más importantes son el afecto y la paz que el hecho de ganar todos los juegos en un
desafío romántico. Ella intuye que si alguna vez permitieran que sus personalidades antagónicas los llevaran a
decirse adiós, se sentiría vacía al no tener a su lado la tibieza de él. Y él también sabe, aunque quizá nunca lo
exprese con palabras, que las tormentas emocionales que a veces soportan tal vez dejan su espíritu agobiado y
exhausto, pero que si algún día ella se fuera... ¿qué otra lo despertaría en la mañana de Navidad (como lo hizo
en el primer diciembre que pasaron juntos) luciendo bayas de acebo en el pelo, y diciéndole agitada que
mirara debajo de la manta que tenía en los brazos? (Nadie.) De debajo de la manta asomaban seis hocicos
negros, brillantes, propiedad de los seis revoltosos cachorros que su San Bernardo. Amelia (por Earhart),
había alumbrado la noche anterior, mientras ella dormía, exactamente a las doce de la Nochebuena, según ella
misma le informó... con los ojos iluminados por estrellas titilantes de emoción y asombro infantil. Cada vez
que él recuerda aquella fría e inclemente mañana de invierno... la forma en que había trenzado las bayas de
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acebo en su cabello, como una chiquilla, para darle una sorpresa... la nieve que le escarchaba las pestañas (ella
acababa de volver del patio donde había verificado si la nieve era suficientemente profunda para confeccionar
un muñeco... y lo era... así que más tarde lo confeccionaron)... cada vez que él recuerda cómo ella olía a
ozono limpio y frío cuando le besó suavemente la frente y le dijo alegremente que se diera prisa y bajara,
porque había encendido el hogar, y estaba ansiosa porque él mirara debajo del árbol y viera lo que habían
dejado allí los renos... cada vez que él lo recuerda se le forma ese raro nudo en la garganta y no puede tragar.
Y comprende cuánta razón tiene cuando persevera en sus esfuerzos por comprender a esta payasita adorable,
garbosa, divertida y vulnerable, de ojos brillantes e inteligentes pero desgarbada, cuya nariz siempre se pone
roja cuando llora.
A la chica Arquero se le forma el mismo tipo de nudo en la garganta cada vez que ella recuerda
aquella mañana en que él le trajo tímidamente un ramillete de violetas cuando ella sufría interiormente por
algo muy personal y triste, sin siquiera imaginar que él lo sabía... pero sí lo sabía. Le entregó las violetas muy
dulcemente, sin pronunciar una sola palabra. ¿Qué otro hombre que ella hubiera conocido en su vida habría
hecho eso? (Ninguno. No así.) ¿Qué importa entonces si de cuando en cuando él está mohíno y enfadado, y si
es un poco tacaño? Es un hombre silencioso, con muchas dimensiones y muchos niveles en su forma de amar.
Quizá no sea conversador en presencia de terceros, pero ambos son mutables, y habla mucho con ella... y le
cuenta cosas que no compartiría con ningún otro, porque sabe que puede fiarse de que ella respetará sus
confidencias, y las tratará con ternura. Él ñivo que enseñarle a escuchar y a entender el valor de la intimidad...
pero Sagitario es superinteligente (Júpiter gobierna la novena casa de la educación superior) así que aprendió
rápidamente... muchas cosas que él le inculcó. Sigue cometiendo errores de ortografía sólo porque es
descuidada y porque desdeña los detalles. No importa. No sabrá si «compromiso» se escribe con «s» o con
«z», pero sí sabe lo que significa la palabra. Significa lo mismo que promesa, ¿no es cierto? Sí. Es cierto.
Si el hombre Virgo y su chica payaso-filósofo se lo proponen realmente, podrán transformar su cuadratura 4-
10 de tensión en un gigantesco trígono Júpiter- Vulcano de satisfacción estable a lo largo de los años, y podrán
celebrar la Navidad todas las mañanas, con uno u otro regalo.
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