sábado, 14 de abril de 2018

El misterio de amor de Capricornio

El misterio de amor de Capricornio Ahora las ráfagas heladas del invierno se hacen más insistentes, y obligan al alma harta de experiencias a replegarse simbólicamente en el refugio del círculo familiar, y a someterse de nuevo a las ñierzas nocturnas meditativas, negativas y femeninas. En el nivel de conciencia de Capricornio, el alma siente por cuarta y última vez las poderosas vibraciones del liderazgo cardinal. Pero esta vez dicho liderazgo la conduce a través del elemento Tierra estable, desde una posición de fuerza en el interior del hogar, junto al fuego de la chimenea. ¿Por qué la Cabra habría de exponerse a las gélidas temperaturas exteriores, sólo para hacerse ver y oír... aplaudir y alabar? Las almas de Capricornio, que ahora están seguras de su capacidad y su derecho para asumir el mando, ya no sienten la necesidad de exhibir u ostentar agresivamente su poderío... para conquistar la adulación pública o la seguridad interior. En esta etapa, el alma ha aprendido que la auténtica paz emana de adentro. El título de líder implica una responsabilidad que hay que manejar con la mayor cautela posible, sin que la ejecución de lo que es obviamente el propio deber merezca un reconocimiento especial. Ahora los parientes (y sobre todo los padres) del Capricornio asumen una marcada importancia, para bien o para mal, porque ha llegado la «vejez» simbólica del alma... y junto con ella la conciencia de las prioridades de la vida, entre las cuales sobresale la seguridad de pertenecer al grupo. Las emociones del romance y las libertades de la juventud ya no son ni remotamente tan tentadoras para la Cabra como la comodidad y la satisfacción que uno encuentra junto con aquellos en cuyos cuidados puede confiar. Capricornio está preparado para comunicar la sabiduría de Saturno, trabajosamente acumulada, y también está bien predispuesto para ello, pero sólo cuando se lo pidan. Como las Cabras saben que es un desatino obligar a la gente a madurar prematuramente, sonríen con la benévola indulgencia de un abuelo cariñoso (cualquiera que sea su edad cronológica) ante las travesuras de quienes aún son jóvenes de corazón. Secretamente, el alma de Capricornio anhela renunciar al deber, pero ya está resignada a la certidumbre de que el idealismo puro no es práctico... y de que el entusiasmo espontáneo nunca puede sustituir a la experiencia. Muy consciente de los peligros de la acción impulsiva, el alma se ha hecho más conservadora... y la negativa de la Cabra a diseminar sus esfuerzos o a incurrir en sentimentalismos determina que quienes nacieron en los elementos de Fuego y Aire la acusen de frialdad emocional. Los Capricornio respetan la autoridad porque interpretan que la ley es necesaria para proteger los derechos y la seguridad humanos. Veneran tímidamente a los famosos y los triunfadores porque el regente de Capricornio, Saturno, les enseña a reverenciar el éxito, cuyo precio conocen muy bien. Aunque las almas más liberales puedan pensar que Capricornio es austero e inflexible, la vida también les ha enseñado a las Cabras su lado humorístico, y sus bromas sutiles están teñidas por la ironía de la existencia. Como los nuevos deberes saturnales que les impone su condición de consejeros de los necios descansan pesadamente sobre sus hombros, a veces intentan beber la última dosis de los raros placeres de la Vida, que aceptan serenamente, sin falsa vergüenza ni inhibiciones superfluas. Sólo después, cuando vuelve a imperar la influencia atemperante de la madurez, el Capricornio experimenta una vaga sensación de remordimiento y melancolía por haber sucumbido a la tentación de pasiones prohibidas. En la vibración de esta alma existe la compulsión de reconocer la necesidad de ser prácticos, como lo confiesa Capricornio: «YO UTILIZO». Pero la benevolencia espiritual atenúa la severidad de la adustez superficial que impone Saturno, porque la conciencia del Capricornio trae consigo la comprensión de los errores humanos, nacida de la sabiduría que asimiló durante diez etapas de los misterios de la vida... y del amor. Las cualidades positivas de Capricornio son la tenacidad, la estabilidad, la prudencia, la fiabilidad, la seguridad y la tranquilidad. Expresadas en su forma negativa se convierten en egoísmo, intolerancia, ambición despiadada, rigidez, esnobismo, depresión y soledad. Para Capricornio, el amor es un intercambio apacible y noble de satisfacciones personales. Las Cabras han aprendido cabalmente la valiosa lección de que el amor no se mide por el exceso de emociones. Pero como lo equiparan sólo con las exigencias de la necesidad y el deseo mutuos, aún no han experimentado la liberación de sus anhelos interiores.

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